El gerente del Servicio Riojano de Salud (SERIS), Jesús Álvarez, ha manifestado su apoyo a la derivación de operaciones a la sanidad privada, argumentando que "el sistema no es suficiente" para atender a todos los pacientes, especialmente durante los momentos de mayor demanda.
Álvarez, en una rueda de prensa, ha explicado que todas las operaciones que el SERIS no pueda llevar a cabo se derivarán a centros privados, pero ha asegurado que seguirá siendo "sanidad pública, porque se financia con los impuestos de los ciudadanos de La Rioja". Además, ha garantizado que se mantendrán los mismos estándares de calidad en estos centros y que solo se derivarán intervenciones de menor complejidad, excluyendo aquellas que requieran cuidados intensivos en el postoperatorio.
El gerente también ha destacado que toda la información clínica necesaria para la intervención de un paciente se transferirá al centro privado y luego se devolverá al sistema informático público una vez finalizada la operación.
Ante la pregunta de si sería más beneficioso invertir el dinero destinado a la sanidad privada en fortalecer el sistema público, Álvarez ha argumentado que la puesta en marcha de nuevos quirófanos tardaría más de dos años y durante ese tiempo habría miles de riojanos esperando por una intervención quirúrgica, lo cual considera inaceptable.
Además, el gerente ha señalado que el sistema de salud no puede estar dimensionado para cubrir la demanda en todo momento, ya que esta no es continua y varía a lo largo del tiempo. Según él, el sistema actual no es suficiente para hacer frente a todas las operaciones necesarias.
Álvarez ha respondido a las críticas de la Plataforma por la Sanidad Pública, afirmando que no está de acuerdo con el criterio de tener que estar colapsados para recurrir a la sanidad privada. En cuanto a los pacientes que prefieran ser intervenidos en el sistema público, se les respetará su decisión, aunque tendrán que esperar más tiempo.
El objetivo a largo plazo es reducir la lista de espera a entre cuarenta y cincuenta días. Actualmente, la lista de espera media es de 112 días, aunque ha disminuido desde los 123 días al comienzo de la legislatura gracias a un plan de choque implementado en el servicio público.
Este plan de choque incluye operaciones de oftalmología de lunes a jueves, así como quirófanos en jornada de tarde y doble jornada los sábados. Desde su implementación el 1 de octubre, se han llevado a cabo 880 operaciones extras, lo que supone un aumento del 31% en la actividad del SERIS.
Ante la complejidad de la situación, Álvarez ha anunciado que se ha iniciado el procedimiento administrativo para derivar pacientes a centros privados el próximo año, cuando sea necesario.
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