LOGROÑO, 20 de noviembre.

La Guardia Civil ha llevado a cabo la detención de un hombre de 49 años y su hijo de 27, ambos con antecedentes en el ámbito delictivo, bajo la sospecha de haber cometido un grave delito de detención ilegal agravada por menoscabo psíquico en el contexto de la violencia doméstica. La víctima de estos actos es la madre del detenido, una mujer de 80 años, cuyas condiciones de vida han suscitado una profunda preocupación en la comunidad.

Los arrestados, originarios de España y Colombia, cuentan con un historial delictivo significativo que incluye, entre otros, robo con violencia, malos tratos, lesiones y delitos de corrupción de menores. Su historial ha convertido a ambos en rostros conocidos para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, lo que acentúa la gravedad de la situación que afecta a la anciana.

La intervención de las autoridades fue precipitada por una alerta ciudadana que puso en conocimiento de la Guardia Civil las alarmantes condiciones de seguridad y salud en las que se encontraba la mujer de avanzada edad. Según el denunciante, fue testigo de una serie de actos inhumanos perpetrados por el hijo y el nieto, que tenían lugar en la intimidad del hogar familiar.

El testimonio del informante reveló detalles inquietantes sobre el estado del domicilio, caracterizado por carencias extremas de higiene y un ambiente insalubre, evidenciado por olores nauseabundos provenientes de excrementos y orines. Además, se destacó el estado de ansiedad y desasosiego de la mujer, que se encontraba totalmente controlada por sus familiares, quienes le impedían acceder a atención médica en el centro de salud.

El denunciante también relató que la víctima había suplicado en varias ocasiones no seguir durmiendo en un colchón deteriorado que le causaba intensos dolores de espalda, pero sus súplicas fueron respondidas con insultos y agresiones por parte de sus propios seres queridos, lo que evidencia la falta de empatía y cuidado hacia su bienestar.

Frente a la gravedad de la situación, varias patrullas de seguridad ciudadana se desplazaron al domicilio, pero los detenidos se negaron a abrir la puerta. Los agentes comprobaron que otro familiar ya había alertado a los trabajadores sociales sobre las deplorables condiciones de vida, que representaban un grave riesgo para la salud de la anciana.

Finalmente, tras identificar a los responsables, la Guardia Civil procedió a su detención. Se iniciaron las diligencias correspondientes y los arrestados fueron puestos a disposición judicial, un paso necesario para garantizar la protección de la víctima y abordar este caso de violencia intrafamiliar con el rigor que merece.