Colectivo 'Demanda Casco Antiguo' exige cambios radicales en las ordenanzas urbanas.

En Logroño, el movimiento 'Demanda Casco Antiguo' ha levantado la voz exigiendo una revisión inmediata de las ordenanzas municipales, con un enfoque firme en la reducción de espacios y horarios. A través de un comunicado, han señalado que la reciente inspección de oficio sobre las terrazas de la calle Bretón de los Herreros, en respuesta a las numerosas denuncias de la comunidad local, ha expuesto el frecuente incumplimiento de las normativas por parte de los establecimientos de hostelería.

La plataforma considera que este episodio refleja el patrón de impunidad y aprovechamiento con el que algunos locales manejan la convivencia en el centro histórico. Asimismo, denuncian otros abusos recurrentes, como el ruido interno y externo, y el exceso de aforo en los locales nocturnos del centro.

A pesar de la campaña reciente de "convivencia y cumplimiento de normas" anunciada por la hostelería, los residentes continúan encontrando violaciones evidentes de las ordenanzas actuales, como muestran imágenes adjuntas. Estas incluyen ocupación indebida de espacios públicos, exceso de mobiliario, ruido, consumo fuera de las terrazas, entre otros aspectos.

En este contexto, la plataforma Demanda Casco Antiguo ha criticado la ocupación desmedida de la vía pública con la complacencia de las autoridades municipales, privando a los ciudadanos de su espacio comunal. También cuestionan los generosos horarios permitidos a los establecimientos de hostelería, alegando un trato preferencial en comparación con impuestos más altos para viviendas y comercios.

De acuerdo con las ordenanzas fiscales, el coste mensual de una terraza de 30 metros cuadrados oscila entre los 22 euros y los 53,7 euros, una cifra mucho menor que otros alquileres en la ciudad. Esta situación favorece un incremento de terrazas en el Casco Antiguo y otras zonas.

El descontrol de las mesas altas en las callejuelas del Casco Antiguo también ha despertado preocupación entre los residentes, quienes ven limitado su acceso a la vía pública. Demandan una revisión urgente de las normativas y una reducción significativa de los espacios cedidos a la hostelería.

En resumen, los vecinos de Logroño exigen a las administraciones públicas recuperar el espacio público cedido a la hostelería y garantizar el descanso de los ciudadanos, en lugar de evadir su responsabilidad de controlar el ruido y el incivismo creciente en la zona.