En un contexto de emergencia climática, la última ola de calor que azotó a La Rioja finalizó sin que se registraran picos de atención sanitaria. La directora general de Salud Pública, Eva Martínez, destacó que esto se debe a que la población está altamente concienciada sobre los riesgos del calor.
Según los datos proporcionados por el Servicio Riojano de Salud, desde mediados de mayo hasta el 11 de agosto se han atendido cuarenta casos relacionados con el calor en Atención Primaria, con cuatro atenciones adicionales durante el fin de semana del 10 y 11 de agosto. En Urgencias hospitalarias se registraron dieciséis casos, ninguno de los cuales requirió hospitalización. La mayoría de los pacientes atendidos eran personas mayores, en su mayoría de más de cincuenta años.
Los casos tratados incluyeron colapsos por calor, golpes de calor, síncopes y agotamiento causado por las altas temperaturas. Eva Martínez explicó que el golpe de calor es uno de los síntomas más graves, pero que existen otros grados de afectación que deben ser considerados.
La directora general resaltó la sensibilización de la población ante las medidas de prevención durante olas de calor y la importancia de aplicar el sentido común. Subrayó la importancia de mantenerse hidratado y fresco, especialmente para aquellos que son más vulnerables a los efectos del calor.
En este sentido, se hizo hincapié en la necesidad de proteger a las personas mayores, que pueden perder la sensación de calor, y a los niños, cuyos sistemas de regulación de la temperatura son todavía inmaduros. También se recordó la importancia de monitorear de cerca a personas con enfermedades crónicas, cardíacas, pulmonares, neurológicas y respiratorias, ya que el calor puede desencadenar complicaciones en estos casos.
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