La clave para evitar el desperdicio de alimentos: planificación y dedicación en la cocina.

En la ciudad de Logroño, se hace hincapié en la importancia de dedicar tiempo a la cocina, planificar la compra, seguir recetas y gestionar de manera eficiente las sobras de alimentos. Esto cobra especial relevancia en un contexto donde se esperan alzas de hasta un 7% en la inflación alimentaria para el año 2024.

La nutricionista Begoña Pérez Llano, docente en UNIR, destaca que la clave para evitar el desperdicio alimentario está en la planificación y la conciencia en nuestras compras y preparaciones culinarias.

La especialista propone disfrutar del proceso de cocinar y dedicar tiempo a planificar las comidas de la semana para minimizar el malgasto de alimentos y, en consecuencia, reducir nuestros gastos.

Para lograr este objetivo, Pérez Llano recomienda comenzar por elaborar una lista de recetas y la correspondiente lista de la compra organizada en base a lo que se tiene pensado cocinar. También resalta la importancia de revisar lo que se tiene en la nevera y el congelador para comprar únicamente lo necesario.

Además, sugiere gestionar las sobras de manera eficiente, proponiendo recetas creativas que permitan aprovechar al máximo los alimentos. Asimismo, aconseja utilizar recipientes de cristal en lugar de plástico para almacenar los alimentos de forma segura y evitar la proliferación de bacterias.

En cuanto a la conservación de alimentos en la nevera y el congelador, la experta enfatiza en la importancia de mantener los alimentos frescos y vegetales en los cajones inferiores, y en envolver adecuadamente los quesos y embutidos para preservar su humedad.

En definitiva, Pérez Llano resalta la importancia de realizar una compra semanal planificada, teniendo en cuenta la duración de los alimentos. Recomienda aprovechar alimentos como legumbres, huevos y pescados congelados, así como optar por frutas locales y de temporada para abaratar costos.

Además, destaca la posibilidad de adquirir aceite de oliva directamente desde la almazara en grupos para obtener precios más económicos. Finalmente, alienta a cocinar en casa y a aprender habilidades culinarias como una forma de ahorrar, disfrutar y desconectar del día a día.