Solicitan más de una década de prisión para un hombre que obligó a la cuidadora de su madre a mantener relaciones sexuales.
En un caso perturbador que resuena en la sociedad actual, un hombre será juzgado por un delito de agresión sexual y otro leve de lesiones, ambos ocurridos en un trágico episodio que tuvo lugar en su domicilio en Rincón de Soto. Para agravar aún más la situación, la menor hija del acusado presenció los hechos. Según un comunicado oficial del Fiscal, se han solicitado 10 años y 6 meses de prisión, junto con una indemnización de 10.000 euros y una estricta prohibición de acercamiento a la víctima por un periodo de 18 años.
El juicio está programado para el 11 de diciembre a las 10:00 horas en la Audiencia Provincial de La Rioja, donde se espera que se revelen más detalles sobre este caso que ha despertado la indignación de la comunidad. Es importante recordar que la violencia de género y la agresión sexual son problemas que deben ser abordados con seriedad y compromiso social, especialmente cuando afectan a personas vulnerables.
De acuerdo con el escrito del Fiscal, los hechos ocurrieron la noche del 4 de agosto de 2023, cuando el acusado, sin antecedentes penales, regresó a su hogar, donde convivía con varios miembros de su familia, incluyendo su madre y la cuidadora de ella. La habitación no solo albergaba a la cuidadora, sino también a la hija menor del procesado, quien, sin duda, se vio atrapada en un clima de miedo y shock.
La situación se tornó crítica cuando el hombre golpeó la puerta de la habitación en la que se encontraban durmiendo su hija y la cuidadora. Tras abrirla, requirió a su hija que saliera, con la intención inconfundible de estar a solas con la cuidadora. En ese momento, el acusado perdió todo sentido de razón y, cegado por sus instintos, procedió a forzar a la víctima, tirándola sobre la cama e intentando mantener relaciones sexuales con ella, todo mientras la mujer se resistía fuertemente.
La angustia de la situación no se limitó a la víctima; su hija, al ver el acto violento, intentó detener a su padre sujetándolo de las piernas. En medio de este caos, otro inquilino que escuchó los gritos de auxilio acudió rápidamente en ayuda de la mujer, pero a pesar de sus esfuerzos, la situación no cesó de escalar. La desesperación del acusado lo llevó a tomar un cuchillo de la cocina, amenazando con infligir daño físico a la víctima si ésta no accedía a sus deseos.
Finalmente, el agresor empujó de nuevo a la mujer sobre la cama en un último intento por despojarla de su ropa. Sin embargo, ella encontró la fuerza necesaria para liberarse y escapar, finalmente logrando llegar a un lugar seguro donde se alertó a las autoridades policiales. Desde ese trágico evento, el acusado se encuentra en prisión preventiva, esperando un juicio que se vislumbra como un hito crucial en este caso.
El Fiscal considera que los actos del acusado constituyen un delito de agresión sexual en grado de tentativa, así como un delito leve de lesiones, y ha señalado que existen circunstancias agravantes por discriminación de género. Las solicitudes del Fiscal incluyen no solo la pena privativa de libertad, sino también medidas adicionales de protección que buscan impedir que el agresor contactase a la víctima, así como condiciones que limitan su interacción con menores durante 18 años.
La condena solicitada de 10 años y 6 meses se complementa con 8 años de libertad vigilada y una inhabilitación especial para el acusado en actividades que impliquen contacto con menores. Por el delito leve de lesiones, se pide una multa de 3 meses, con una cuota diaria que se eleva a 10 euros. Además, se exige que el agresor indemnice a la víctima con 10.000 euros por daños morales y 180 euros por las lesiones sufridas, buscando así restituir parcialmente el daño causado en esta desgarradora situación.
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