La Catedral de Santo Domingo de la Calzada: una joya del gótico riojano
Situada en el corazón de la localidad riojana que lleva su nombre, la catedral de Santo Domingo de la Calzada es uno de los monumentos más destacados del gótico en la región.
Construida en varios periodos a lo largo de los siglos XIII y XIV, la catedral es un compendio de estilos arquitectónicos, desde el románico tardío de su ábside hasta el pleno gótico de la nave central y del cimborrio.
La historia de la catedral de Santo Domingo de la Calzada se remonta a los inicios del siglo XII, cuando el santo que da nombre a la localidad levantó un modesto hospital para atender a los peregrinos que transitaban por el Camino de Santiago. Poco a poco, el hospital se fue ampliando y en el siglo XIII se inició la construcción de una iglesia que, con el tiempo, se transformaría en la actual catedral.
La fachada principal de la catedral, de estilo gótico, es una auténtica joya que sobrecoge al visitante. Flanqueada por dos torres octogonales, la portada está presidida por una imagen de Santo Domingo de la Calzada, patrón de la localidad, mientras que en los dos arcos laterales se representan escenas de la vida del santo.
En el interior de la catedral, la impresión que causa es aún mayor. Con una altura que supera los 20 metros, la nave central se levanta majestuosa, inundada de luz gracias a los grandes ventanales que la iluminan. Los pilares y arcos son esbeltos y elegantes, ornamentados con elegantes enredaderas y motivos vegetales.
Uno de los elementos más curiosos de la catedral de Santo Domingo de la Calzada es la presencia de una jaula, colgada en uno de los pilares de la nave, en la que según la leyenda fueron encerrados dos peregrinos que, víctimas de una injusta acusación, habían sido condenados a muerte. Según cuenta la tradición, Santo Domingo de la Calzada se encontró con los peregrinos camino de Compostela y los hospedó en su hospital, pero durante la noche fueron acusados de robo y condenados a la horca. Al día siguiente, Santo Domingo de la Calzada revivió a los peregrinos, que desde entonces se encuentran encerrados en la jaula como recuerdo del prodigio.
Otro de los rincones más bellos de la catedral es el coro, decorado con esculturas y relieves de gran belleza. La sillería es renacentista, como también lo es el magnífico retablo mayor, obra de Damián Forment, que representa escenas de la vida de la Virgen y de San Juan Bautista.
El museo catedralicio, situado en la sala capitular, alberga una interesante colección de objetos religiosos, entre los que destacan diversas obras de orfebrería, pinturas y esculturas. También se pueden contemplar algunos de los enseres litúrgicos utilizados en la catedral a lo largo de los siglos, así como otros elementos relacionados con la historia de Santo Domingo de la Calzada.
En definitiva, la catedral de Santo Domingo de la Calzada es uno de los monumentos más destacados de la región de La Rioja y una visita obligada para todos aquellos que se interesen por el arte y la historia de España. Con sus impresionantes dimensiones, su arquitectura gótica y sus numerosos elementos decorativos, la catedral es un auténtico tesoro que no deja indiferente a nadie.