La Batalla de Estercuel tuvo lugar el 12 de marzo de 975 en la localidad homónima, situada en la comarca de Bajo Aragón, en la actual provincia de Teruel. Este evento marcó un punto de inflexión en la historia de La Rioja durante la Edad Media, ya que supuso un enfrentamiento crucial entre el Reino de Navarra y el Califato de Córdoba.
En aquel momento, La Rioja era una región estratégica disputada por distintos poderes vecinos. El Reino de Navarra, bajo el reinado de García Sánchez II, buscaba expandir su territorio hacia el sur, mientras que el Califato de Córdoba mantenía su influencia en la zona a través de sus gobernadores locales.
La rivalidad entre Navarra y el Califato era evidente, ya que ambos aspiraban a controlar la frontera sur de los Pirineos y garantizar la seguridad de sus territorios. Esta disputa se agravó por la presencia de distintas facciones locales que buscaban aliarse con uno u otro bando en busca de beneficios políticos y territoriales.
En este contexto, la Batalla de Estercuel se convirtió en un enfrentamiento decisivo para definir el control de La Rioja. Las tropas navarras, lideradas por el propio rey García Sánchez II, se enfrentaron a un ejército cordobés comandado por el gobernador local, Almanzor.
La mañana del 12 de marzo de 975, ambos ejércitos se encontraron en las inmediaciones de Estercuel. La batalla se desarrolló en un terreno montañoso y accidentado, lo que dificultó el despliegue de las tropas y favoreció las emboscadas y maniobras tácticas.
Las fuerzas navarras, mejor organizadas y disciplinadas, lograron resistir los embates iniciales de las tropas cordobesas. Sin embargo, la superioridad numérica y la ferocidad de los guerreros árabes comenzaron a inclinar la balanza a favor del Califato.
A pesar de la valentía mostrada por las tropas de García Sánchez II, la superioridad táctica de Almanzor y la desorganización en las líneas navarras provocaron su derrota. La batalla se prolongó durante horas, pero finalmente las tropas de Navarra se vieron obligadas a retirarse, dejando un gran número de bajas en el campo de batalla.
La Batalla de Estercuel marcó un antes y un después en la historia de La Rioja. La derrota de las fuerzas navarras supuso un golpe devastador para el reino, que perdió parte de su territorio en favor del Califato de Córdoba. Esta victoria fortaleció la posición del gobernador Almanzor y consolidó la influencia árabe en la región.
Además, la Batalla de Estercuel tuvo repercusiones a nivel político y social en La Rioja. El rey García Sánchez II se vio obligado a replantear su estrategia de expansión territorial y a buscar alianzas con otros reinos cristianos para contrarrestar la influencia cordobesa en la zona.
Por otro lado, la población local sufrió las consecuencias de la batalla, con pérdidas humanas y daños materiales en los pueblos cercanos. La inestabilidad política y militar generada por este enfrentamiento prolongó la inseguridad en la región durante varios años, afectando la vida cotidiana de los habitantes de La Rioja.
A pesar de la derrota sufrida en la Batalla de Estercuel, la resistencia mostrada por las tropas navarras y el valor demostrado por su rey García Sánchez II fueron recordados durante siglos en La Rioja. Este episodio bélico se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad y la independencia de la región, así como en un ejemplo de la importancia de la unidad frente a las amenazas externas.
La Batalla de Estercuel también dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de La Rioja, siendo recordada en canciones, relatos y festividades populares a lo largo de los siglos. Este evento histórico sigue siendo objeto de estudio y reflexión en la actualidad, siendo considerado como un momento crucial en la historia de la región durante la Edad Media.