LOGROÑO, 5 Nov.

La asociación Demanda Casco Antiguo ha expresado su profundo descontento con la actitud del alcalde de Logroño, Conrado Escobar, quien una vez más parece priorizar los intereses de un pequeño grupo de empresarios del sector hostelero sobre el derecho al descanso de los habitantes de la ciudad.

“No podemos aceptar que un alcalde sitúe las demandas de un selecto grupo de hosteleros por encima de la necesidad de los ciudadanos de disfrutar de un ambiente tranquilo”, denunciaron representantes de la asociación, subrayando que el diálogo con Escobar no ha sido más que una sucesión de promesas incumplidas y desinformación.

La nueva ordenanza de terrazas, que se espera aprobar mañana, ha sido calificada como “una normativa cobarde”. La asociación critica que esta legislación se aleja notablemente del modelo recomendado por expertos que propusieron limitar el horario de las terrazas a la 1 de la madrugada, con la recolección del mobiliario al final de la jornada, en un intento de establecer un orden más civilizado que contrarreste la cultura del ruido y el descontrol nocturno.

El borrador inicial, elaborado por técnicos municipales, se ajustaba a las tendencias actuales de otras ciudades que buscan reducir horarios y áreas de ocupación. Sin embargo, durante la sesión de aprobación, el Gobierno municipal, en alianza con VOX y el PSOE, amplió el permiso hasta la 1:30 de la madrugada y facilitó la ocupación máxima de las terrazas, pasando por alto las preocupaciones planteadas por los vecinos.

Es notable que las únicas modificaciones adoptadas durante esta fase fueron aquellas que favorecían a la hostelería, mientras que las demandas de los ciudadanos por un mayor control del ruido en el centro histórico fueron ignoradas sistemáticamente, a pesar de que esta zona fue clasificada como Zona de Protección Acústica Especial hace más de un año.

Demanda Casco Antiguo ha insistido en la urgente necesidad de que el Ayuntamiento actúe frente a los problemas de ruido generados por las terrazas. Desde la asociación, se advirtió que el alcalde ha tratado de deslegitimar sus alegaciones trasladando información a los hosteleros antes de los vecinos, sugiriendo que la reducción de media hora en el horario de las terrazas es un gesto suficiente para apaciguar las preocupaciones de la comunidad.

“Escobar está fallando en su deber como alcalde. Las mediciones de ruido en el centro histórico evidencian que se supera ampliamente el límite establecido, especialmente durante las noches de fin de semana”, afirmaron desde la asociación, señalando la irresponsabilidad de no abordar los problemas de calidad acústica de manera efectiva.

Para Demanda Casco Antiguo, la elaboración de esta nueva ordenanza representa una oportunidad fallida, marcada por la falta de diálogo con las comunidades afectadas y que condena a Logroño a seguir lidiando con unas terrazas que son las más desreguladas y ruidosas de la región. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento ignora sus compromisos de reducir los niveles de ruido en estas Zonas Especiales.

“Si el propósito era actualizar una normativa obsoleta que beneficia en exceso a la hostelería, habría sido más honesto no hacer nada en absoluto y garantizar el cumplimiento de las reglas actuales, lo cual ha sido descuidado durante años. Esperamos que un futuro alcalde, sin importar su partido, gobierne para el bien de la comunidad y no únicamente para los intereses de unos pocos”, concluyeron desde la asociación.