LOGROÑO, 21 de noviembre.

Este viernes, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente ha confirmado oficialmente la detección del virus de la Influenza Aviar en una grulla silvestre en La Rioja. El ave fue encontrada sin vida el pasado 13 de noviembre en los Sotos de Alfaro, lo que encendió las alarmas sobre la potencial propagación de esta enfermedad.

Conforme a los protocolos establecidos, se realizó una necropsia por parte de los técnicos del Servicio de Ganadería para obtener muestras del ave fallecida. Estas muestras fueron enviadas al Laboratorio Regional de La Grajera, donde se determinó su positividad al virus de Influenza tipo A.

Posteriormente, siguiendo los procedimientos adecuados, la Consejería envió estos resultados al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para asegurar la confirmación oficial del diagnóstico positivo.

Una vez confirmada la presencia del virus, se notificó a través de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) la aparición de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP), específicamente del subtipo H5N1, en el ave silvestre hallada.

Además de informar al Ayuntamiento de Alfaro y a los productores avícolas de la zona, el Servicio de Ganadería llevará a cabo visitas a las explotaciones avícolas para verificar las medidas de bioseguridad que se están implementando, con el fin de prevenir posibles contagios.

En el municipio de Alfaro se encuentran registradas nueve explotaciones comerciales avícolas, dedicadas principalmente a la producción de carne, que albergan un total de 386,208 pollos de engorde y 74,228 aves reproductoras.

A pesar de la identificación de un foco de IAAP en aves silvestres, esta situación no modifica el estatus oficial de las explotaciones ni requiere la imposición de medidas adicionales, más allá del refuerzo de las prácticas de bioseguridad, especialmente para evitar el contacto entre aves domésticas y silvestres. Así mismo, se intensificará la vigilancia en las explotaciones y entre las aves silvestres para asegurar una rápida notificación a las autoridades veterinarias en caso de cualquier sospecha de enfermedad.