LOGROÑO, 29 de septiembre.

En una acción decisiva, la Fundación Franz Weber ha dado a conocer este viernes la presentación de una denuncia administrativa contra el evento conocido como "espectáculo cómico taurino", que tuvo lugar el 19 de septiembre en Santo Domingo de la Calzada. Esta denuncia se basa en la incompatibilidad del evento con la normativa estatal, específicamente el Real Decreto Legislativo 1/2013, que garantiza los derechos de las personas con discapacidad y su inclusión social.

La denuncia se apoya en la Disposición adicional decimotercera del mencionado decreto, que prohíbe claramente cualquier espectáculo o actividad que emplee a personas con discapacidad para el escarnio o la burla pública, infringiendo así el respeto que merece la dignidad humana.

Además, la promoción de la actividad a través de redes sociales ha contribuido a difundir estereotipos dañinos, ligando características genéticas a un concepto de humor que no existe, y promoviendo un tipo de burla que resulta humillante. Existe un marco legal que prohíbe de manera tajante la celebración de estos llamados espectáculos taurinos cómicos, cuya dinámica se basa en las risas a expensas de personas con acondroplasia.

Organizaciones como la Asociación Nacional para Problemas de Crecimiento, la Fundación ALPE Acondroplasia, ADEE España, Afapac, CERMI y la Fundación ONCE han luchado durante años para que se implementara esta normativa. Desde octubre de 2022, además, se ha puesto en marcha un programa destinado a mejorar las oportunidades laborales para las personas con acondroplasia fuera de eventos de este tipo. La Fundación Franz Weber expresa su profunda preocupación por la colaboración del Ayuntamiento en el evento, lo cual contribuye a perpetuar clichés negativos sobre la representación de las personas con acondroplasia en espacios públicos.

La ONG internacional espera que la Dirección General de Dependencia, Discapacidad y Mayores del Gobierno de La Rioja tome medidas al respecto, instando a la apertura de un expediente sancionador. En los últimos dos años, han sido múltiples los Gobiernos autonómicos que han prohibido la realización de espectáculos que humillan y ridiculizan a cientos de personas con acondroplasia.