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El proyecto CERES revolucionará la agricultura al reducir en un 80% el tiempo dedicado al control de plagas.

El proyecto CERES revolucionará la agricultura al reducir en un 80% el tiempo dedicado al control de plagas.

LOGROÑO, 28 de julio.

La iniciativa CERES está marcando un hito en el uso de Inteligencia Artificial en el ámbito agrícola, ya que se estima que permitirá reducir en un 80% el tiempo dedicado al control de enfermedades en los cultivos de cereal, según lo informado por Carlos Tarragona, director general de Spectral GEO.

Este proyecto, que es coordinado por AERTIC, el clúster de tecnología y digitalización en La Rioja, cuenta también con la participación del sindicato agrario ARAG-ASAJA y la empresa especializada Spectral GEo.

CERES tiene como objetivo desarrollar una plataforma digital que genere alertas y predicciones relacionadas con las principales enfermedades del trigo y la cebada. Actualmente, el proyecto se encuentra en un 75% de su ejecución, con tres meses restantes de desarrollo, ya que se lanzó en octubre de 2024.

Durante una reciente rueda de prensa, Eduardo Pérez, presidente de Servicios Agrarios Riojanos (SAR), Laura Urbieta, secretaria general de AERTIC, y Carlos Tarragona, director de Spectral GEO, compartieron detalles sobre esta innovadora herramienta en la sede de ARAG-ASAJA.

Pérez destacó que en este año "atípico" para los cultivos, se ha logrado crear una aplicación que puede anticipar la aparición de enfermedades en las parcelas, con una previsión de hasta doce días de antelación.

Esto permitirá a los agricultores ser más precisos en la planificación de tratamientos de productos fitosanitarios, ayudando a reducir costes y mejorar la rentabilidad, enfatizó Pérez.

Por su parte, Tarragona subrayó que el enfoque no es hacer un diagnóstico en tiempo real, sino avanzar en la prevención, lo cual permite optimizar la gestión y la adquisición de tratamientos, así como priorizar las parcelas según el riesgo de incidencia de enfermedades.

Durante el desarrollo del proyecto, el equipo ha descubierto variables inesperadas que afectan los cultivos, como la importancia del viento, un hallazgo que también podrá aplicarse en otros cultivos y áreas geográficas.

En estos momentos, se están cosechando ya las parcelas involucradas en el proyecto, que abarcan trescientas hectáreas repartidas en cien fincas de La Rioja Alta, y se anticipa que en dos o tres semanas se comenzarán a recopilar los datos sobre su productividad.

El análisis posterior permitirá evaluar el impacto de estas enfermedades y la relevancia de los momentos en que se aplicaron los tratamientos.

Al concluir el proyecto, se generará un sistema de alertas con recomendaciones técnicas que orientarán sobre los tratamientos fitosanitarios a aplicar.

Urbieta, por su parte, expresó que uno de los logros más significativos de esta iniciativa es que no se ha concebido como una solución independiente, sino como "el primer paso hacia una herramienta que puede replicarse en otros cultivos y territorios".

Adicionalmente, subrayó que este proyecto contribuirá a posicionar a La Rioja como un referente en el uso de Inteligencia Artificial en la agricultura, al mismo tiempo que promueve el desarrollo sostenible en el medio rural y la modernización del sector cerealista.