LOGROÑO, 6 Nov. - Un grupo de trabajadores del Centro de Educación Especial 'Marqués de Vallejo' se reunió esta mañana a las puertas del edificio para expresar su preocupación por las condiciones deplorables en las que se encuentran. Con pancartas en mano, denunciaron la presencia de "goteras, moho y techos desconchados" que amenazan tanto la salud como la dignidad de los estudiantes y empleados del centro, llamando urgentemente a la necesidad de un "nuevo centro" que garantice un entorno adecuado para la educación.

La alerta sobre la peligrosidad de las instalaciones ha cobrado fuerza después de que, el día anterior, una grieta se manifestara en una de las habitaciones del internado. Como resultado, la Consejería de Educación, en conjunto con expertos en arquitectura, decidió que los alumnos no pernoctarían en el centro por la seguridad de todos, una medida que también fue consensuada con la dirección del establecimiento.

Esta mañana, los trabajadores hicieron un llamado claro: “Desde hace bastante tiempo, hemos estado denunciando una situación que no podemos seguir aceptando. Este centro no ofrece las condiciones mínimas de salubridad y seguridad que merecen nuestros alumnos”, expresaron, enfatizando el deterioro que caracteriza a las instalaciones.

Las quejas revelan una imagen preocupante: “Las grietas recorren las paredes, las aulas se inundan debido a las goteras, y existen problemas graves de moho y humedad que representan un riesgo para la salud de todos”, detallaron, demandando un cambio inmediato.

Los empleados del centro subrayaron que, aunque en años anteriores se han realizado reformas y arreglos superficiales, el momento de las soluciones temporales ha pasado: “La situación es insostenible. Es el momento de construir un centro nuevo desde cero, que sea seguro, accesible y digno”, añadieron con convicción.

Además, señalaron que el centro ha quedado obsoleto en términos de accesibilidad: “No cumple con los estándares mínimos que se requieren en un entorno educativo de este tipo”, afirmaron, reiterando la necesidad de un espacio inclusivo.

“A pesar de que el entorno puede ser atractivo, lo que realmente necesitan las personas con discapacidad no son paisajes bonitos, sino la inclusión y la posibilidad de moverse y aprender en igualdad de condiciones en su comunidad”, argumentaron.

En conclusión, exigieron un "nuevo centro, seguro, saludable y accesible para todos", destacando que la educación no puede sustentarse en "paredes agrietadas o en promesas vacías", resaltando la dignidad y el futuro que los estudiantes merecen. La comunidad educativa se une en esta lucha por un espacio que realmente represente sus derechos y necesidades.