LOGROÑO, 21 de noviembre. Este viernes se ha llevado a cabo una manifestación significativa de los trabajadores de residencias y centros de día, quienes han salido a las calles para reclamar un convenio justo que reconozca su labor en el sector. En esta ocasión, los participantes llegaron con un renovado optimismo, tras recibir la noticia de que la Dirección General de Dependencia, Discapacidad y Mayores les atenderá el próximo 26 de noviembre.

Los representantes de los trabajadores están ansiosos por esta oportunidad, ya que esperan que la Administración les brinde el apoyo necesario para que la Patronal acceda a sus demandas y mejore las condiciones laborales. Según han indicado, se reunirán con Ana Zuazo, directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores, junto a José Antonio Oteo, viceconsejero de Salud y Políticas Sociosanitarias.

El delegado sindical del CSIF en La Rioja, Ángel Laspeñas, ha expresado, en nombre de los cuatro sindicatos implicados en la negociación del IV Convenio Regional -CCOO, CSIF, UGT y USO-, que el objetivo fundamental es lograr un convenio que no solo beneficie a los trabajadores, sino que también garantice que los residentes de estas instalaciones reciban cuidados dignos y de calidad.

Laspeñas ha destacado las graves consecuencias que acarrea la escasez de personal y las precarias condiciones laborales, que desembocan en una carga de trabajo excesiva para los trabajadores. Esta situación afecta notablemente a la calidad de la atención que se ofrece a nuestros mayores, una cuestión que preocupa profundamente a los sindicatos.

Con la reciente noticia de la cita con la Administración, Laspeñas se ha mostrado esperanzado en que este encuentro impulse un cambio en la postura de la Patronal, impulsando así alguna mejora salarial que supere el mínimo legal.

Si la situación no mejora, los sindicatos están dispuestos a continuar con las movilizaciones necesarias hasta conseguir unas condiciones laborales que no solo beneficien a los empleados, sino que se traduzcan en un mejor servicio a los mayores que residen en estos centros.

El conflicto afecta a entre 2,500 y 3,000 trabajadores en La Rioja, y la lucha por un nuevo convenio se ha prolongado durante cuatro a cinco años. Aunque este año se han intensificado las reuniones, actualmente se encuentran en un punto muerto, con la esperanza puesta en que la Patronal reconsidere algunas de sus demandas.

Entre las reivindicaciones destacadas están: un aumento salarial del 5% en los próximos tres años para equiparar las retribuciones con el mercado laboral; una reducción de la jornada anual a 37 horas semanales, con una meta final de 35 horas; plenos derechos de pago en caso de bajas por contingencias, y la implementación de un modelo de prevención de riesgos laborales que garantice la seguridad en el trabajo.

Además, los trabajadores piden que se ofrezcan formaciones que sean incentivadas y que se realice un seguimiento efectivo de su aplicación, así como políticas de conciliación que incluyan tiempos retribuidos para acompañar a familiares a consultas médicas, ampliación de permisos de lactancia, y un aumento en los días de libre disposición.