Estudio revela que el 60% de los españoles apoya la creación de espacios verdes para potenciar la biodiversidad y el bienestar en las ciudades.
Madrid, 11 de octubre - En un fascinante estudio presentado recientemente, se ha revelado que un significativo 58% de los españoles cree que la creación y mejora de zonas verdes es la estrategia más efectiva para potenciar la biodiversidad en las ciudades y, al mismo tiempo, influir positivamente en la salud de los ciudadanos. Esta información proviene de la encuesta 'Monitor Healthy Cities' llevada a cabo por Sanitas en colaboración con el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, cuyos resultados se dieron a conocer el pasado viernes en La Casa de la Arquitectura en la capital española.
La investigación 'Monitor Healthy Cities' ofrece una visión integral sobre cómo las políticas urbanas afectan la salud de los ciudadanos al considerar factores como la calidad del aire, el acceso a espacios verdes, el control de las altas temperaturas, la promoción de la movilidad sostenible y la gestión eficiente del agua. Estas variables son determinantes en la salud de quienes habitan en entornos urbanos, tal como señala el principio de 'One Health, Una sola salud', propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El propósito del 'Monitor Healthy Cities' es promover las mejores prácticas entre los municipios españoles para mejorar la calidad de vida y la salud de sus poblaciones. Esta edición coincide con el décimo aniversario de la iniciativa 'Sanitas Healthy Cities', impulsando la salud urbana como una meta común. El estudio no solo analiza proyectos de sostenibilidad en las 52 capitales de provincia, sino que contrasta esos datos con una encuesta realizada a 6,800 personas en 17 ciudades de las distintas comunidades autónomas, lo que permite una visión más clara de las percepciones de la ciudadanía.
En el análisis de las políticas municipales, se observa que muchos ayuntamientos están implementando medidas para mejorar la calidad del aire, centrándose en la movilidad y áreas de bajas emisiones. En cuanto a espacios verdes, la mayoría se marcan como objetivo alcanzar entre 10 y 15 metros cuadrados por habitante, junto con iniciativas de renaturalización.
Las acciones de movilidad sostenible que más resuenan entre la población incluyen la peatonalización de áreas urbanas, el fomento de vehículos eléctricos y la creación de zonas con un límite de velocidad de 30 km/h, con el objetivo de mejorar la seguridad de los peatones y ciclistas y reducir la contaminación acústica y ambiental.
Para abordar el aumento de las temperaturas, se implementan soluciones como refugios climáticos y corredores de sombra, mientras que en la gestión del agua se introducen medidas que van desde planes de sequía hasta la promoción de la reutilización y el control de la calidad hídrica.
A pesar de los esfuerzos realizados por muchas ciudades españolas en materia de políticas medioambientales ante la presión de la normativa europea y las demandas sociales, los resultados de la encuesta indican que casi el 75% de los participantes sienten que sus gobiernos locales no se esfuerzan lo suficiente en comunicar las iniciativas implementadas.
La conexión entre la salud ambiental y la salud personal es evidente para la mayoría de los encuestados, quienes ven que las políticas de sostenibilidad en sus ciudades podrían generar un entorno más saludable. En este contexto, un 58% de los encuestados opina que aumentar y mejorar las zonas verdes urbanas es crucial para el bienestar físico, mental y social, y una estrategia efectiva para combatir el cambio climático.
Sin embargo, un 40% manifiesta que las zonas verdes son escasas en su municipio, una discrepancia notable entre el norte, donde la satisfacción es mayor, y el sur, donde se demandan más espacios verdes.
En términos de calidad del aire, un asombroso 91% de los encuestados considera que es una de sus principales preocupaciones, y el 26% lo califica como "malo" en su ciudad. Para enfrentar esta problemática, claman por un transporte público eficiente y sostenible, que incluya más opciones de movilidad, como carriles bici.
La ciudadanía muestra un claro deseo de alternativas al uso del automóvil privado, demandando soluciones colectivas y accesibles que fomenten el transporte sostenible.
Los autores del estudio apuntan a que las ciudades enfrentan desafíos estructurales similares, como limitaciones financieras y rigidez administrativa. Estas barreras impactan de manera directa el avance hacia políticas más efectivas.
El estudio también resalta que los próximos años serán cruciales para optimizar la gestión del agua y adaptarse al aumento de las temperaturas, un desafío considerado creciente por el 61% de los participantes, que reconocen la creciente frecuencia de episodios de calor extremo. El 71% de los encuestados siente que faltan proyectos sustanciales en este ámbito.
Por otro lado, se destaca el papel del sector privado en la rehabilitación de espacios deteriorados, sugiriendo que las alianzas entre el sector público y privado pueden ser el motor de una transformación urbana positiva.
Yolanda Erburu, directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Sanitas y Bupa Europe & Latin America, subrayó que "el Monitor Healthy Cities demuestra que no es suficiente con implementar políticas; los ciudadanos deben conocer y entender las iniciativas para sentirse parte de ellas. Mejorar la salud urbana requiere un esfuerzo conjunto."
Maite Verdú, directora general de Agenda Urbana y Arquitectura, enfatizó durante la presentación que "la participación de todos los actores es fundamental para construir ciudades más sostenibles". Afirmó que más de 500 municipios ya están aplicando la metodología de la Agenda Urbana española, encaminándose hacia un modelo de ciudad más verde, activa, inclusiva y descarbonizada.
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