La historia de una lucha por la libertad personal en medio de una tragedia familiar se desenvuelve en el contexto de un juicio en Logroño, donde se juzga a un hombre acusado de asesinar a su esposa el 13 de octubre de 2020. Familiares de la víctima han revelado que ella había estado considerando seriamente el divorcio, señalando que era la única forma de liberarse de una situación insostenible.

Una de las hermanas de la mujer, quien tenía una relación cercana con ella a pesar de la distancia, ha llevado su testimonio al tribunal, destacando la determinación de su hermana de recuperar su vida. "Ella me decía: 'No estoy viviendo, quiero vivir'", recordó, enfatizando la angustia que sentía ante su situación marital.

Este miércoles, se reanudó el juicio contra A.E.M., el protagonista de este oscuro relato, acusado de un asesinato que, según la Fiscalía y la Acusación Particular, ocurrió en el contexto de la negativa del acusado a aceptar la decisión de su esposa de separarse. Las dos partes piden una condena de 22 años, mientras que la defensa del acusado rechaza todos los cargos en su contra.

La hermana, al comparecer ante el jurado, retrató a su hermana como una mujer que había vivido separada de su marido desde hacía tiempo, confirmando que su hermana le había expresado con claridad su intención de separarse. Emplazada a la espera de evaluación médica por una lesión, la víctima había manifestado una necesidad urgente de cambiar su vida antes de su trágica muerte.

En su declaración, la hermana también abordó las dudas que tenía su hermana sobre la posible reacción de su esposo ante su decisión de dejarlo. "No tenía miedo en sí, pero sí era consciente de que él podría tomar represalias contra su hijo", comentó, resaltando el ambiente de violencia que podía estar presente en su hogar.

Además, la hermana explicó que la pandemia complicó su capacidad para actuar en los momentos previos al crimen, mencionando que inicialmente pensaron que su hermana podría estar bien y que verían a su marido en su pueblo. "Cuando entendimos la gravedad, decidimos intervenir como acusación particular al darnos cuenta de que este podría ser un caso de violencia machista", dijo, mostrando su angustia ante el silencio que continuó tras el suceso.

Una sobrina de la víctima también aportó su perspectiva. Ella recordó que su tía había compartido su deseo de divorciarse, aunque se sentía muy temerosa para concretar su decisión. "Ella siempre me decía que su situación era complicada y que había intentado separarse antes, pero no lograba hacerlo", relató. Aun así, el deseo de superarse y encontrar su propia fuerza fue un tema recurrente en sus conversaciones.

El Día del crimen, la peluquera de la víctima declaró que estaba sorprendida de que no se presentara a su cita, la cual estaba programada para la mañana del 13 de octubre. La mujer comentó que, habitual en asistir a su cita, su ausencia se convirtió en un punto de preocupación, que culminó en la trágica noticia de su fallecimiento.

Con cada testimonio, se revelan no solo los hechos trágicos relacionados con el caso, sino también la duradera lucha de una mujer por hacerse escuchar, por encontrar el valor necesario para dejar atrás un matrimonio insatisfactorio. La memoria de esta víctima se convierte en símbolo de miles de mujeres que enfrentan situaciones similares, enfrentando la violencia y la opresión en el silencio.