En un reciente giro del caso que ha capturado la atención de la sociedad, se han revelado nuevos detalles sobre el asesinato en el barrio de Los Lirios, donde la dramática escena del crimen ha llevado a los investigadores a considerar la intervención de más de una persona. La agente de la Policía Científica que participó en las inspecciones tras el trágico suceso de 2020 testificó que el escenario estaba marcado por una profusión de sangre y evidencias de lucha.

El juicio contra A.E.M., acusado de asesinar a su esposa tras enterarse de que ella quería divorciarse, ha reanudado su curso. La fiscalía y la acusación particular están pidiendo 22 años de prisión, mientras que la defensa del acusado continúa desestimando las acusaciones en su contra.

Durante su declaración ante el tribunal, la agente describió cómo encontró el interior de la vivienda en un estado de desorden que, según sus observaciones, parecía manipulado deliberadamente para simular un robo. Este análisis ha llevado a la autoridades a cuestionar la narrativa oficial y a considerar la posibilidad de que el crimen haya sido mucho más complicado de lo que inicialmente se pensó.

A pesar de que el cuerpo de la víctima fue hallado en la entrada del hogar, se identificaron manchas significativas de sangre en la cama de los esposos y huellas de sangre en la cocina, lo que ha llevado a los investigadores a concluir que el escenario del crimen era sumamente complejo, dificultando así la reconstrucción de los eventos.

El testimonio detalló que un cuchillo de cocina, el arma homicida, fue encontrado cerca de la mano izquierda de la víctima. No obstante, la agente enfatizó que parecía que el arma había sido colocado allí, insinuando que podía haber existido una intención de alterar la escena del crimen.

En cuanto a las pruebas, la inspección del lugar reveló únicamente ADN de la víctima, mientras que en las manos de la mujer se encontraron rastros que correspondían a su marido, lo que induce a pensar que ella pudo haber intentado defenderse de su atacante.

A pesar de no haberse recolectado ADN en el arma del crimen, la agente no descartó que podría haber habido un intento de limpiar la evidencia para desviar la atención de las autoridades.

El contexto del suceso se remonta al 11 de octubre de 2020, cuando el acusado estuvo en la localidad de Gumiel de Mercado. Tras regresar a Logroño el 13 de octubre, se desató una discusión con su esposa, quien había tomado la decisión de poner fin a su matrimonio. En un acto de violencia, A.E.M. supuestamente atacó a M.M.H. con un cuchillo, causando su muerte y posteriormente se retiró a Gumiel, dejando tras de sí un escenario cargado de dudas y conmoción.