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Guardia Civil investiga a residente de Albelda por uso de trampas ilegales en área protegida.

Guardia Civil investiga a residente de Albelda por uso de trampas ilegales en área protegida.

LOGROÑO, 12 de noviembre.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) ha abierto una investigación contra un hombre de 60 años, originario y residente en Albelda de Iregua, por su posible implicación en un delito continuado contra la fauna y otro de maltrato animal.

La investigación se originó en un Coto Municipal de Caza local, donde se sospecha que el individuo colocaba trampas de captura indiscriminadas, prácticas que están claramente prohibidas por la normativa vigente.

El alerta se activó gracias a una vecina de la zona, cuyos perros quedaron atrapados en un dispositivo oculto entre la maleza. Este dispositivo consistía en un lazo metálico fabricado con cable de acero trenzado y tenía un mecanismo de cierre automático diseñado específicamente para estrangular a los animales. La trampa estaba ubicada cerca de una balsa de riego, un punto frecuentado por la fauna local, dentro de un área protegida por un vallado.

Según la denuncia de la ciudadana, durante su paseo, sus perros activaron la trampa. Uno de los animales quedó atrapado por el cuello y el otro por una pata, lo que generó un estado de pánico inmediato. Por suerte, ambos pudieron ser liberados a tiempo, aunque presentaron señales de angustia y lesiones.

Dada la seriedad de la situación, SEPRONA decidió poner en marcha un dispositivo de vigilancia discreta. Las cámaras instaladas en el área registraron al menos dos ocasiones en las que un hombre rearmaba el lazo, apuntando a un uso intencionado y recurrente de la trampa. En una de las grabaciones, se observa al sospechoso bajarse de un vehículo Citroën y manipular el dispositivo durante más de dos minutos, con la inquietante presencia de un menor al que aparentemente enseñaba cómo hacerlo.

Consultando con los agentes del orden, el Gobierno de La Rioja confirmó que no existe ninguna autorización para el uso de medios de captura no selectivos en el coto ni en sus alrededores. Este tipo de trampas, de naturaleza indiscriminada, representan un grave peligro para la vida silvestre, los animales domésticos e incluso para las personas que frecuentan la zona.

Como consecuencia de estos eventos, el individuo enfrentará cargos serios por un delito continuado contra la fauna, en virtud del artículo 336 del Código Penal, en conjunto con un delito de maltrato animal según el artículo 340 bis. El primero pena con cárcel, multas e inhabilitación por el uso de métodos destructivos en la caza, y el segundo legisla el maltrato que genera sufrimiento, incluso en ausencia de lesiones evidentes, con sanciones similares.

Las actuaciones han sido notificadas a la autoridad judicial competente para su debido seguimiento.