LOGROÑO, 28 de noviembre. El Ayuntamiento de Logroño ha tomado la decisión crucial de aprobar este viernes, durante un pleno extraordinario y urgente, su Presupuesto para el año 2026, que alcanzará la cifra de 197,25 millones de euros. Este plan financiero ha recibido únicamente el respaldo del Partido Popular, provocando un aluvión de críticas de la oposición, que lo ha calificado como "irreal" y carente de un "modelo claro de ciudad", además de manifestar su descontento por la negativa a aceptar sus enmiendas.

El concejal de Administración Pública, Francisco Iglesias, expone que el presupuesto busca "predecir el futuro a partir de la realidad, gestionando cuentas de manera ajustada y realista" para atender las necesidades de los ciudadanos y propulsar el desarrollo de Logroño. Sin embargo, ha señalado que la falta de un presupuesto general estatal por tercer año consecutivo añade un manto de incertidumbre a las proyecciones, obligando al consistorio a realizar estimaciones.

Iglesias enfatiza la urgencia de que este presupuesto esté en plena validez desde el 1 de enero de 2026. En términos de cifras, detalla que el total asciende a 210,55 millones de euros, con 197,25 millones destinados al Ayuntamiento –lo que representa una reducción del 1,87% en comparación con el año anterior– y 13,3 millones para Logroño Deporte, presupuesto que ya recibió luz verde hace tres semanas en su Consejo de Administración.

El edil ha compartido información sobre las proyecciones de ingresos: 60,3 millones provenientes de impuestos directos, 8,2 millones de impuestos indirectos, 41,6 millones en tasas y 64,5 millones en transferencias corrientes. En cuanto a los gastos, estos incluyen 60,7 millones destinados a personal y 17,2 millones a inversiones, además de 8,9 millones por la venta de terrenos, una cantidad notablemente inferior a años previos, lo que ha considerado más contenido.

Iglesias también ha mencionado un ahorro bruto de 11 millones de euros y ha subrayado que, por tercer año consecutivo, se han aceptado enmiendas de todas las partes, resultando en un incremento de 270.000 euros. Asimismo, ha asegurado que las cuentas cumplen con la estabilidad presupuestaria y que la deuda pública se sitúa en un 47,7%, muy por debajo del límite legal del 75%.

El concejal concluyó expresando que el presupuesto "responde a las expectativas y necesidades de Logroño, con la meta de construir una ciudad más inclusiva, próspera y sostenible, creando un modelo para el 2050". Es un plan diseñado para ofrecer estabilidad y rigor en la gestión municipal, lo que, a su juicio, se traduce en mejoras significativas para la ciudad y su futuro.

Sin embargo, Eva Loza, concejala no adscrita, abrió la ronda de intervenciones criticando que se presente un presupuesto con la mirada en el futuro, cuando "necesitamos abordar el presente de 2026". Calificó las cuentas como "tramposas", un ejercicio contable enfocado en ajustar cifras más que en atender las necesidades de la población. "Es maquillaje, un presupuesto sin alma", afirmó con contundencia.

Desde el PR+, su portavoz Rubén Antoñanzas advirtió que "tendrán que modificar el presupuesto de inmediato" ante desajustes en las partidas de personal. Criticó vehemente lo que calificó de "mentiras" sobre una supuesta bajada de impuestos, apuntando que las tasas y precios públicos han aumentado, lo que resulta en un ingreso adicional de 5,5 millones de euros en recaudaciones.

Antoñanzas también se hizo eco del "abandono por parte del Gobierno de La Rioja", destacando una caída del 90% en inversiones. En referencia a los Palacetes de Defensa, acusó al equipo de gobierno de falta de capacidad para negociar y gestionar con el estado, advirtiendo que "los grandes perdedores de estos presupuestos son los jóvenes".

Amaia Castro, portavoz de Podemos-IU, lamentó que "se ha vuelto habitual presentar asuntos como urgentes para limitar el análisis profundo por parte de la oposición". Cuestionó el proceso de aprobación y las enmiendas, sugiriendo que el Partido Popular se está enmendando a sí mismo con un montante que no responde adecuadamente a las necesidades de la ciudad, destacando que el presupuesto presenta una reducción de 3 millones de euros, afectando de manera negativa a servicios esenciales como Bomberos y servicios sociales.

Por parte de VOX, María Jiménez describió el presupuesto como "débil, gris e improvisado", con carencias en la planificación y en las estrategias que definen el rumbo de la ciudad. Argumentó que se está engañando a la ciudadanía con la presentación de un plan que no aborda las necesidades reales de Logroño, ni ofrece un modelo claro de desarrollo para el futuro.

En representación del Grupo Socialista, Álvaro Foncea criticó que, a pesar de un discurso de aparente solvencia, se está "debilitando lo social y lo sostenible", lo que provoca una merma en la calidad de vida de los ciudadanos. Resaltó que el presupuesto no solo es menor, sino que evidencia un abismo entre la retórica y la realidad que el equipo de gobierno intenta ocultar.

Iván Reinares se unió a la crítica, tildando el presupuesto de "vacío" y señalando que los sectores más vulnerables siempre son los primeros en sufrir recortes. Afirmó que el presupuesto propuesto "sobrevive", pero no impulsa a la ciudad hacia un futuro prometedor, un legado que el PP ha olvidado. Mientras tanto, Luis Alonso, portavoz del PSOE, condenó la falta de visión en una propuesta que depende en gran medida de fondos externos y se aleja de un proyecto auténtico para Logroño.

Por último, Miguel Sáinz, portavoz del PP, celebró la aprobación del presupuesto como un paso crucial para la ciudad, describiéndolo como "realista y responsable". Sáinz también aseguró que representa un plan comprensivo que incluye tanto proyectos pendientes como iniciativas futuras, lanzando un mensaje de optimismo sobre el ahorro y la gestión eficiente de los recursos para construir un Logroño más inclusivo y sustentable.