LOGROÑO, 4 de noviembre. En un giro inquietante de los acontecimientos, el juicio por el homicidio del hostelero de Cuzcurrita, que tuvo lugar en la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2023, ha comenzado con un intenso tira y afloja entre los acusados. Uno de los dos hombres implicados ha testificado que presenció a su coacusado "abalanzarse" sobre la víctima, asestándole golpes sorpresivos justo en la entrada de su hogar. Ambos procesados defienden su inocencia, aunque se lanzan mutuamente la responsabilidad de la muerte del empresario.

Uno de los acusados explicó que su presencia en la localidad riojana fue únicamente para "acompañar" a su compañero, quien le solicitó apoyo porque un individuo le debía dinero, lo cual estaba relacionado con la compra de drogas. En su relato, este acusador se quedó esperando en el coche, afirmando que no conocía al hostelero. Por otro lado, el segundo acusado, más joven y amigo de la víctima desde hace años, coloca la culpa sobre el primer procesado por haber sido el que actuó de forma violenta. Sin embargo, él mismo confiesa haber participado en un robo durante la noche, mencionando que había visto "unas esposas y una pistola" en posesión del otro hombre.

Durante la primera jornada del juicio, ambos acusados enfrentan gravísimas imputaciones: un delito de asesinato y otro de robo con violencia, por la muerte del hostelero de 78 años. Según el relato presentado por la Fiscalía, los implicados se habrían dirigido a la vivienda convencidos de que encontrarían una considerable suma de dinero en su interior, debido a la fama del restaurante que administraba la víctima en la comunidad.

Los hechos, que se desarrollaron a las 00:00 horas del 2 de mayo, relatan cómo el hostelero, al abrir la puerta de su domicilio, se encontró de manera inesperada con sus agresores. En ese momento, "ambos investigados, con sorpresa, ventaja y de manera inmediata en la propia entrada de la vivienda, le propinaron múltiples golpes en distintas partes del cuerpo, incluyendo la cabeza y el dorso", con la intención de hacerse con el dinero que había recaudado.

Los acusados, que actualmente se encuentran en prisión, son dos hombres de 38 y 53 años. Ambos sostienen su inocencia en medio de un oscuro panorama de acusaciones mutuas, mientras la comunidad sigue atenta la evolución de este dramático caso que ha conmovido a la población local.