Álvarez reafirma el compromiso de UGT con la jornada laboral reducida tras el primer revés.
En un acto celebrado hoy en Logroño, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha dejado claro que su sindicato no se rendirá en la lucha por la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales, a pesar de que el Congreso de los Diputados haya rechazado su tramitación.
Álvarez, quien asistió a una asamblea de delegados, ha denunciado que el veto a esta propuesta por parte de partidos como el PP, Juns y Vox supone un verdadero "secuestro de la opinión pública". En su discurso, ha enfatizado la importancia de continuar movilizando a los trabajadores en defensa de sus derechos.
El líder sindical ha afirmado que su lucha no cesará y que se emplearán todas las herramientas disponibles, desde asambleas hasta manifestaciones en la calle, para que sus demandas sean escuchadas durante toda la legislatura. A su juicio, el apoyo futuro a la iniciativa dependerá de la percepción que tengan los partidos sobre el costo electoral de su rechazo.
Álvarez ha declarado que, al recibir encuestas que reflejan las opiniones ciudadanas, los responsables políticos podrían reevaluar sus posturas frente a temas como el salario mínimo o la situación de personas en condiciones de salud vulnerables, llevando a una votación más alineada con las necesidades de la población.
Con una perspectiva crítica, Álvarez ha cuestionado la sinceridad de las declaraciones de los políticos, que a su juicio, evitan reconocer la necesidad de articular esta medida. Esta falta de compromiso, según su opinión, podría derivar en consecuencias electorales que forzarían a los políticos a abordar temas como el salario mínimo.
En relación al Salario Mínimo Interprofesional, resaltó su papel esencial para el desarrollo económico del país, señalando que muchos empresarios ya comienzan a valorarlo positivamente. Además, abogó por un salario que no esté sujeto a "pluses" ni cargas fiscales, reafirmando la necesidad de una compensación justa.
Por otro lado, el líder sindical hizo hincapié en el creciente problema de los accidentes laborales, los cuales describió como "una sangría" que requiere atención urgente. Cuestionó el uso del término "absentismo" por parte de los empresarios, sugiriendo que se refieren en realidad a bajas médicas, un problema que debe tratarse con seriedad.
Finalmente, Álvarez hizo un llamado a la patronal para que priorice la salud y seguridad de los trabajadores, indicando que la mejora en las condiciones laborales debe ser una responsabilidad compartida y no solo una cuestión administrativa.