El 60% de los riojanos utiliza inteligencia artificial para resolver dudas de salud, con un 16% que lo hace de manera habitual.
LOGROÑO, 30 de noviembre.
En el panorama actual de la salud en España, la Inteligencia Artificial (IA) se está afianzando como una herramienta popular para abordar cuestiones relacionadas con el bienestar físico y mental de la población.
Un reciente estudio realizado por Línea Directa revela que en La Rioja, el 60% de la población recurre a la IA para resolver problemas de salud, aunque este porcentaje es inferior al promedio nacional del 66,4%.
El informe pone de manifiesto una notable diferencia generacional en el uso de esta tecnología. A nivel nacional, un impresionante 90% de los jóvenes entre 16 y 19 años utiliza la IA para informarse sobre temas de salud, mientras que solo el 41,7% de los mayores de 65 años hace lo mismo.
Bajo el título 'Los peligros del autodiagnóstico digital', el estudio fue elaborado en colaboración con Ruth Castillo-Gualda, doctora en psicología y experta en Inteligencia Emocional, y el doctor Justo Menéndez, un médico con más de tres décadas de experiencia y jefe de Urgencias en la Universidad Camilo José Cela (UCJC).
El propósito de esta investigación es examinar el creciente fenómeno del uso de la IA en el ámbito de la salud en España, cómo esto impacta tanto en la salud física como en la mental, y proporcionar una serie de recomendaciones para un uso responsable de estas tecnologías.
El aumento de la utilización de la IA para cuestiones de salud ha llevado a que muchas personas no solo la vean como una herramienta complementaria, sino que incluso opten por ella en lugar de realizar una consulta inicial con un profesional médico.
De hecho, un 24,8% de los españoles señala que el autodiagnóstico digital se ha convertido en su primera opción ante un problema de salud, cifra que asciende al 36,3% en La Rioja. Entre los jóvenes, esta tendencia se dispara: el 41,8% prefiere buscar en Internet, seguir a influencers o utilizar herramientas de IA antes que asistir al médico o a las urgencias.
En contraste, solo un 10,6% de las personas de 65 a 75 años opta por esta vía.
Diversas razones llevan a los españoles a recurrir a la IA, siendo la disponibilidad (16,3%), la rapidez en las respuestas (12,2%) y la celeridad del proceso (11,5%) las más mencionadas. Además, muchos encuentran en esta tecnología un espacio de intimidad, sintiendo que pueden expresarse sin temor a ser juzgados, especialmente aquellos que atraviesan dificultades emocionales.
Notablemente, existe una diferencia de género: el 55% de las mujeres emplea la IA por esta razón, mientras que el porcentaje se reduce al 45% en los hombres. También se evidencia una brecha generacional, donde el 35% de los jóvenes recurre a la IA frente a solo el 7% de los adultos mayores.
A escala nacional, el 18,5% de la población utiliza la IA de forma frecuente o muy frecuente para aclarar dudas de salud, consolidándose como un hábito cotidiano. Las comunidades autónomas donde se registra el mayor uso de estas herramientas son Cataluña (24%), la Región de Murcia (22,1%) y Canarias (21,4%), mientras que Galicia (10,4%), Castilla y León (11,5%) y Cantabria (13,5%) presentan cifras más bajas. La Rioja, con un 15,7%, está por debajo de la media nacional.
El estudio también refleja que, en el ámbito de la salud mental, la IA actúa como un "terapeuta digital" para muchas personas. Quienes enfrentan problemas emocionales suelen buscar apoyo en esta tecnología, ya que les proporciona cierto alivio ante la incertidumbre que generan sus síntomas o preocupaciones relacionadas con la salud.
No obstante, esta sensación de alivio puede resultar engañosa, ya que puede llevar a una falsa percepción de control y responsabilidad. Alarmantemente, casi la mitad de aquellos que sufren ansiedad o depresión en España recurre casi a diario a la IA para resolver sus inquietudes sobre salud.
Este uso intensivo contrasta con la aproximación más cautelosa de quienes padecen enfermedades físicas crónicas, como la hipertensión (15%) o la diabetes (13%), lo que sugiere que la dependencia de estas herramientas está más relacionada con necesidades emocionales que físicas. La búsqueda compulsiva de síntomas en línea, conocida como cibercondría, perpetúa un círculo vicioso que puede intensificar el malestar en lugar de aliviarlo.
Ante el auge de consultas digitales para resolver inquietudes sobre la salud, es esencial que la población adopte un enfoque consciente y responsable en el uso de la IA. Para ello, Línea Directa, junto a expertos como Ruth Castillo-Gualda y el doctor Justo Menéndez, ha propuesto varias recomendaciones clave:
Actúa con responsabilidad al utilizar la IA. No reemplaces al profesional de la salud por esta tecnología. Desconfía de autodiagnósticos y tratamientos propuestos por la IA sin respaldo profesional. Evita caer en la trampa de la cibercondría. Recuerda que tus pensamientos no son diagnósticos: toma distancia. Prioriza la conexión humana y reflexiona sobre las emociones que te llevan a buscar información. Cuida de tu diálogo interno al interpretar las respuestas que brinda la IA.
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