En Logroño se ha celebrado la tercera sesión del juicio por el 'Caso Entrena'. Durante la misma, un testigo ha declarado haber visto al acusado, O.P, "alterado" y "como si no hubiera dormido" el día después de la desaparición de J.O, a quien se le acusa del presunto asesinato.

El testigo, conocido del acusado, ha relatado que le llamó el 30 de julio del 21, el día después del supuesto asesinato, con una petición: comprar una lata de aceite y acudir a buscarlo a Logroño porque se le había averiado el coche. Cuando llegó allí, encontró a O.P y a otras dos personas, todos "alterados". Los transportó a Entrena, pero decidió abandonarlos rápidamente debido a que no se sentía seguro, especialmente porque estaban discutiendo sobre la desaparición de J.O.

Además, el testigo ha puntualizado que el acusado le había llamado otro día, informándole que habían encontrado a la supuesta víctima en Calahorra, lo cual le extrañó, ya que no había visto nada sobre esa noticia.

Otro testigo ha sido un guardia civil encargado del caso, quien ha explicado cómo los investigadores descubrieron que O.P desarrolló "burdas coartadas para despistar la acción de los investigadores", incluyendo llamadas a varias personas durante los días posteriores al incidente.

Asimismo, el agente ha comentado cómo los investigadores encontraron el teléfono móvil de J.O y notaron la "saña con su destrozo, para que no se pueda obtener nada", y ha corroborado que el coche de la víctima no obstruía el paso de la furgoneta del acusado, a pesar de que este último afirmó lo contrario.

La acusación pide una condena de entre 23 y 28 años de prisión para O.P, por su supuesta implicación en la desaparición y asesinato de J.O.