LOGROÑO, 9 de julio.

La consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, Noemí Manzanos, lideró hoy la reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente de La Rioja (CAMA), donde se presentó el ambicioso Plan de Acción de Economía Circular (PAEC) para el periodo 2025-2027.

Este plan representa una auténtica guía para la administración riojana, que buscará proporcionar un marco claro en las acciones necesarias para avanzar hacia un modelo económico más sostenible, incorporando el enfoque circular en todas sus políticas. Según la consejera, este enfoque se estructura en cuatro ejes fundamentales: la producción y el consumo responsable, la gestión eficiente de residuos y lodos, y el fomento del mercado de materias primas recicladas y seguras.

El PAEC no solo establece líneas de actuación concretas, sino que también promueve acciones transversales en áreas como la sensibilización ciudadana, la investigación y desarrollo, así como la capacitación destinada a crear empleo verde. El Gobierno de La Rioja y diversas entidades, incluido el Consorcio de Aguas y Residuos, tienen programadas inversiones significativas para respaldar esta transición hacia la economía circular.

En particular, se resalta una asignación de 20,6 millones de euros para optimizar la gestión de residuos, una acción financiada a través de diversos fondos, incluyendo el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y los fondos europeos FEDER y FEADER.

Entre las 34 iniciativas recogidas en el PAEC, Manzanos subrayó la modernización del Ecoparque de La Rioja, que incluye una nueva planta para la clasificación de envases y el tratamiento de biorresiduos y voluminosos, con un presupuesto proyectado de 15,1 millones de euros. Adicionalmente, se establecerá una plataforma digital para centralizar la información sobre la gestión de residuos, la cual contará con una inversión de 1,7 millones de euros.

El plan también promueve criterios innovadores, como la implementación de la circularidad en las plantas de biometano, buscando no solo compatibilidad con el entorno urbano sino también la posibilidad de reincorporar los subproductos generados en el proceso al sector agrícola, asegurando así que estos mantengan su valor agronómico y eviten la contaminación.

Asimismo, se prevé la integración de los principios de economía circular dentro de las subvenciones y licitaciones públicas, y se reconocerá la gestión de los residuos generados tras el cultivo del champiñón dentro de este plan estratégico.

El PAEC forma parte de la Estrategia de Economía Circular de La Rioja 2030, que fue aprobada en 2022, reafirmando el compromiso de la comunidad autónoma de adoptar un modelo económico que reduzca las emisiones de carbono y maximice la eficiencia en el uso de los recursos, alineándose así con las metas de sostenibilidad establecidas a nivel europeo y nacional.

El marco legal del plan se fundamenta en la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados, y sigue los lineamientos de la Estrategia 'España Circular 2030', integrando además aspectos del Plan Director de Residuos de La Rioja 2016-2026. En cuanto a la modificación del Decreto que declara 14 zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario, la consejera también presentó esta cuestión al Consejo Asesor de Medio Ambiente.

Manzanos explicó que, cada tres años, la comunidad autónoma tiene la obligación de identificar las áreas que puedan estar en riesgo de contaminación y de implementar programas para mitigar este riesgo.

A partir del 23 de enero de este año, se inició el proceso de Evaluación Ambiental Estratégica, y hasta la fecha no se han recibido observaciones al respecto. Ahora, se espera un informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

El nuevo Decreto Covid-19 mantiene las diez zonas consideradas vulnerables actualmente, expandiendo seis de ellas e introduciendo cuatro nuevas, lo que afecta a un total de 18 municipios y amplía las áreas designadas en cuatro localidades más. Además, se regulará el uso de fertilizantes nitrogenados en terrenos con pendientes pronunciadas, permitiendo tratamientos orgánicos específicos en áreas con inclinaciones superiores al 10 por ciento, mientras que en pendientes superiores al 20 por ciento se limitará el uso a nitrógeno orgánico con bajo contenido de humedad.