LOGROÑO, 7 de noviembre.

Este viernes, los sindicatos CCOO, CSIF, UGT y USO se unieron en una poderosa manifestación en la residencia Bouco 'Las Gaunas', ubicada en Logroño, con el propósito de demandar mejoras significativas para los trabajadores de residencias y centros de día. Esta fue la quinta convocatoria en un esfuerzo constante por conseguir un aumento salarial mínimo del 5% durante los próximos tres años y la reducción de la carga laboral anual.

A pesar de las inclemencias del tiempo, los representantes sindicales se mantuvieron firmes en su protesta, evidenciando la frustración acumulada en el sector durante años. Carlos Luis González de UGT y Carmen Martínez de CCOO compartieron sus reflexiones sobre la situación actual a Europa Press.

Martínez enfatizó la urgencia de modificar las condiciones laborales y salariales, subrayando que el convenio actual se encuentra en un punto muerto. "La oferta de la patronal es irrisoria y sencillamente inaceptable”, aseveró, añadiendo que, a pesar de las diversas propuestas presentadas por los sindicatos, estas no han sido consideradas.

Pese a las nuevas asignaciones económicas para plazas concertadas, los sindicalistas señalaron que estas mejoras no se traducen en beneficios tangibles para los empleados del sector. “Necesitamos un cambio inmediato en nuestras condiciones laborales. Esto no puede caer en el olvido”, reclamó Martínez.

La trabajadora también alertó que mil euros no son suficientes para atraer a profesionales a un sector que exige largas jornadas de hasta 1.779 horas anuales, a menudo con cargas de trabajo excesivas. Este desafío afecta a unas 2.500 o 3.000 personas en La Rioja, quienes esperan con ansias una convocatoria de la administración para abordar este tema de manera urgente, aunque hasta el momento no han obtenido respuesta.

González recordó que hace cinco años que el convenio está prorrogado, y los avances han sido prácticamente inexistentes. Aunque se ha vuelto a activar la mesa de negociación, los resultados son, a su juicio, muy deficientes.

Desde los sindicatos, se critica la resistencia de la patronal, que afirma no contar con los recursos necesarios para implementar las demandas sindicales. Sin embargo, argumentan que en otras comunidades, con costos de plazas similares, las condiciones laborales son significativamente mejores, lo que sugiere que el problema no radica en la falta de recursos, sino en la falta de voluntad para invertir en mejorar las condiciones de los trabajadores.

La presión sindical sigue en aumento, y la situación en el sector, según advierten, empeora. “Si no vemos mejoras, nuestra lucha continuará. La movilización no se detendrá”, afirmaron.

Finalmente, subrayaron que las condiciones actuales no solo afectan a los trabajadores, sino que repercuten en la calidad del servicio administrado a los usuarios. “Sin el personal adecuado, es difícil garantizar un servicio que cumpla con los estándares de calidad y dignidad requeridos. Esto debería ser una prioridad para la administración, especialmente porque se trata de sus residentes”.

Entre las demandas prioritarias se encuentra un aumento salarial del 5% en los próximos tres años, una reducción de la jornada laboral a 37 horas semanales progresivamente hasta llegar a 35, el complemento del 100% en bajas por contingencias, un modelo de prevención de riesgos riguroso y una oferta formativa que garantice su aplicación efectiva.

Además, los sindicatos abogan por mejorar las medidas de conciliación familiar, incluyendo tiempos retribuidos para cuidar a familiares enfermos, mayor licencia de lactancia, y más días de libre disposición con el fin de aliviar la estructura de trabajo actual.