LOGROÑO, 29 de agosto.

El movimiento #agostoclandestino ha anunciado un encuentro intrigante con Antonio Gómez, un destacado artista y poeta visual que se ha convertido en un ícono de la experimentación artística en España. Esta cita promete ser un espacio para explorar y discutir las innovadoras obras de un creador que juega con la forma y la función del libro, aplicando técnicas de ready made y objet trouvé para desafiar las convenciones establecidas del arte y el lenguaje. Se trata de una oportunidad invaluable para adentrarse en su fascinante mundo visual y crítico, donde el collage y la subversión de iconos religiosos y sociales cobran vida, convirtiéndose en una herramienta de resistencia contra el poder.

Sumergirse en su obra se asemeja a participar en un acto personal de reivindicación y sanación, en el que la poesía se convierte en un espacio de libertad y crítica. Antonio Salguero Carvajal señala que, a pesar del reconocimiento internacional que ha obtenido la obra experimental de Gómez, su poesía discursiva, que se presenta de una manera más tradicional, sigue siendo poco conocida.

No obstante, Antonio Gómez muestra un compromiso igual con ambas formas de expresión. Su obra reciente, "El corazón y la memoria" (ERE, 2025), es un compendio que abarca doce libros de poemas, publicados entre 1999 y 2022, donde reflexiona sobre su vida a través de la poesía, abordando su camino por la existencia y la lucha interna que conlleva: "Cerrar los ojos, / no pensar en nada, / dejar la mente en blanco / y escribir un poema".

En sus poesías, el autor refleja un profundo mundo interior, manifestando sensibilidad y una inquietud solidaria que resuena con las desgracias de su entorno. Su estilo tiende a desafiar el desánimo a través de la simplicidad y la naturalidad, brindando momentos de luz en medio de la oscuridad con versos como, "Anochece, / y la luz de tu ventana / es un consuelo".

El enfoque formal de su poesía es multifacético: es comprometido, directo y preciso, utilizando versos breves que a menudo se cierran con sentencias contundentes: "Resistir es el remedio / seguir evitando trampas / y nacer todos los días". Cada línea refleja una observación rigurosa y una reflexión profunda sobre la realidad, sin recurrir a adornos innecesarios, aunque siempre presente subyace el dolor y el paso del tiempo: "Protagonistas todos, / para morirnos luego / envejecemos respirando".

Así, la poesía de Antonio Gómez se sostiene sobre una base de expresión rica y accesible, maximizando la sencillez de su lenguaje para establecer una conexión sincera con sus lectores: "Busco a tientas / una luna / que poner a mi horizonte".

Originario de Cuenca y nacido en 1951, Gómez ha sido una figura crucial en la vanguardia de la poesía experimental española. Influido por artistas y literatos como Julio Campal, Ángel Crespo y Carlos de la Rica, ha cultivado una carrera marcada por la indagación y la innovación. Tras su paso por lugares como El Aaiún y Melilla, ha asentado su residencia en Mérida desde 1977, combinando poesía discursiva, visual y sonora. Desde 1982, ha estado al frente de proyectos poéticos que promueven la literatura y el arte contemporáneo, como "Las hojas parroquiales de Alcandoria" y "Pintan espadas".

Gómez ha colaborado con la Galería Fernando Serrano en exposiciones destacadas que han marcado la escena artística, así como participaciones en ferias y exposiciones que celebran el diálogo entre poesía y arte. Durante seis años también co-dirigió el Aula Literaria "Jesús Delgado Valhondo" y ha sido reconocido por su trabajo con poemas fónicos en festivales internacionales, contribuyendo al ámbito literario con publicaciones en centenares de revistas y en medios de todo el mundo.

Su más reciente obra, "Vida y milagros" (Ediciones del 4 de Agosto, 2025), representa una profundización en la resignificación artística del devocionario, reafirmando su estatus como una figura central en la evolución crítica y textual del arte contemporáneo.