LOGROÑO, 19 de enero.

En un acto conmovedor y profundamente significativo, diversas organizaciones feministas de La Rioja se han reunido hoy al mediodía frente a la Delegación del Gobierno en la región, como una manifestación de condena ante el atroz asesinato de una mujer perpetrado el 18 de octubre de 2024 en Logroño, a manos de su expareja. Al término de la concentración, los participantes se trasladaron hasta el cajero de la calle San Millán, lugar donde ocurrió el crimen, acompañados de otra persona que allí se encontraba pernoctando.

Entre las entidades que han respaldado esta manifestación se encuentran la Asociación Feminista Murillo de Río Leza; la Asociación 'El Llavero'; la Asociación Luz Ultravioleta; el Colectivo Feminista 'Horizonte Violeta'; Feministas de La Rioja; 'Kirke': Feministas en Acción; y 'Siemprevivas'. Este frente unido resalta la fuerte solidaridad que existe en la lucha por los derechos de las mujeres y la erradicación del machismo.

La protesta se llevó a cabo en un ambiente de reivindicación y memoria, centrada en una pancarta que proclamaba: 'La Rioja será la tumba del machismo'. Los asistentes portaban carteles en honor a Carmen, la víctima, exigiendo justicia, así como otros lemas que resonaban con fuerza, tales como 'Ni una menos', 'No hay víctimas de segunda', 'Nos queremos vivas' y 'Basta de desamparo'.

Durante el evento, se escucharon cantos como "Contra el patriarcado, feminismo organizado", "No son muertes, son asesinatos" y "No estamos todas, falta nuestra hermana", que dieron voz a la urgencia y la gravedad de la situación que atraviesan las mujeres en nuestra sociedad.

Isabel Ilzarbe, portavoz del colectivo, abordó la complejidad de la situación, afirmando que "una mujer en la calle no es simplemente una persona en la calle, sino que es una mujer en riesgo, con todas las implicaciones que eso conlleva". Hizo hincapié en que, aunque las mujeres que no enfrentan el problema de la falta de vivienda ya están expuestas a diversas formas de violencia machista, en el caso de aquellas que se encuentran en esta vulnerable situación, las amenazas se acrecientan exponencialmente.

Ilzarbe subrayó que las mujeres sin hogar "no cuentan con un lugar seguro al cual acudir" y a menudo enfrentan otros desafíos como adicciones o problemas de salud mental que aumentan su vulnerabilidad y riesgo de violencia. En este sentido, el colectivo destacó que el caso de Carmen representa "una extrema gravedad, donde han fallado todos los mecanismos del sistema de protección a las víctimas de violencia machista".

Asimismo, las activistas hicieron énfasis en que Carmen se encontraba en una situación de vulnerabilidad extrema, subrayando que "el sinhogarismo en las mujeres implica riesgos adicionales, especialmente en contextos donde ya existe violencia machista en las relaciones de pareja". Esta perspectiva crítica pone de relieve la intersección entre la falta de vivienda y la violencia de género.

Por último, el grupo exigió la implementación de un plan de intervención específico orientado a atender y proteger a las mujeres en situaciones de "sinhogarismo", así como la creación de "espacios habitacionales no mixtos, donde las mujeres en esta situación puedan buscar refugio con la seguridad de estar en un entorno seguro". Además, solicitaron modificaciones legislativas que aborden la violencia machista, que incluyan medidas concretas para garantizar la seguridad de las mujeres que enfrentan estas múltiples formas de opresión.