En un caso que ha captado la atención por su gravedad, la Fiscalía y la acusación particular han solicitado penas de 24 años de prisión para tres personas implicadas en el asesinato de un hombre de 45 años en Viniegra. Este crimen se relaciona con una supuesta deuda de drogas y ocurrió entre el 9 y el 11 de agosto de 2022. La acusación sostiene que los tres individuos, que incluyen a una mujer y dos hombres, actuaron en conjunto con el objetivo de acabar con la vida de la víctima. La Fiscal señala que, a pesar de los roles distintos que desempeñaba cada uno, existía un acuerdo claro para llevar a cabo el asesinato.

La Fiscal también ha añadido que, además de los cargos por asesinato, se están reclamando 18 meses adicionales de prisión por posesión ilegal de armas. Sin embargo, las defensas de los acusados refutan las acusaciones y solicitan su absolución, argumentando que la narrativa presentada no refleja los hechos de manera precisa.

Este viernes se celebró la séptima sesión del juicio, donde se leyeron las conclusiones finales tras una semana de testimonios y pruebas. Durante estas audiencias, el jurado popular conoció los relatos de testigos y la declaración de los propios acusados, en un proceso que ha elevado la tensión y la atención mediática.

Según el Ministerio Fiscal, el plan para quitarle la vida a la víctima fue desarrollado con anticipación. En una comida celebrada el 24 de julio de 2022, se discutió cómo abordar la situación de la deuda de una manera violenta. Se alegó que, motivados por la venganza, acordaron darle una paliza a la víctima y posteriormente deshacerse de su cuerpo, eligiendo un lugar poco accesible como una sima para ocultarlo.

Los fiscales detallan que el 9 de agosto, en la misma mañana en que la víctima fue asesinado con un disparo en la nuca, los acusados se dirigieron a la sima para familiarizarse con el terreno. Ese mismo día, mantuvieron la apariencia de querer saldar la deuda y concertaron una cita con la víctima bajo falsas premisas.

Además, se ha hecho énfasis en el papel de la mujer acusada en la operación. Su presencia se consideró crucial para generar confianza en la víctima, a pesar de las alegaciones de su defensa que sostiene que ella solo permaneció en el coche durante el incidente.

En la noche del crimen, la pareja sentimental de la mujer y la víctima se encontraron en un punto de encuentro donde estaba el tercer acusado, quien ya había llegado en su furgoneta. Al inicio de la confrontación, la víctima comprendió que se trataba de una trampa, lo que llevó a los acusados a golpearlo de manera brutal, causándole múltiples heridas. Eventualmente, fue ejecutado de un disparo en la nuca.

Los acusados intentaron trasladar el cuerpo al lugar previamente elegido para deshacerse de él, pero la visibilidad era reducida y no lograron su cometido. Sin embargo, decidieron ocultar el cadáver en una propiedad familia por algunos días antes de regresar a la sima el 11 de agosto, donde finalmente fue arrojado. Sin embargo, fueron sorprendidos por un guarda forestal que sospechó de su comportamiento.

Las acciones posteriores de uno de los acusados incluyen la eliminación de evidencia, arrojar objetos relacionados con el crimen a un contenedor, lo que ha llevado a la Fiscalía a solicitar también una investigación por posible falso testimonio contra familiares de uno de los acusados.

En el plano de las indemnizaciones, el Ministerio Fiscal ha propuesto ofrecer 200.000 euros al hijo de la víctima y 60.000 euros a cada uno de los padres, reflejando la magnitud del daño causado. La Acusación Particular, que representa los intereses del hijo menor de edad de la víctima, respalda este requerimiento y solicita penas similares para los acusados.

En cuanto al supuesto deudor, su defensa se ha centrado en solicitar que solo se le impute un delito menor relacionado con la conducción sin puntos, minimizando su responsabilidad en el asesinato al alegar circunstancias atenuantes.

A lo largo del juicio, los abogados de los acusados han defendido sus posiciones, argumentando por la absolución de sus clientes y señalando que fueron otros quienes perpetraron el acto violento. La visión conflictiva entre la acusación y la defensa ha dado lugar a un debate intenso sobre la culpabilidad y las circunstancias que rodearon el caso.

El proceso judicial sigue avanzando, con la espera de que se entregue el veredicto al jurado popular, que en los próximos días decidirá sobre la culpabilidad o inocencia de los tres acusados, un desenlace que podría tener un gran impacto en la comunidad afectada.