"Hija de hostelero en Cuzcurrita denuncia amenazas tras revelación de pareja de un acusado sobre un asesinato"

LOGROÑO, 5 de noviembre. La hija del hostelero de Cuzcurrita, quien fue encontrado sin vida en su hogar en la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2023, ha testificado ante el Juez que la pareja de uno de los acusados del crimen le reveló información crucial sobre los eventos ocurridos esa noche.
En detalle, la testigo señaló que en una conversación mantenida en un bar de Pradillo, pocos días después de la tragedia, pudo hablar con la compañera del acusado más joven, C.S.R. En esa charla, la mujer le confesó que su pareja regresó a casa alterado, exclamando: "le hemos matado".
A pesar de esa confesión, la hija del hostelero relató que, en un encuentro posterior en el Juzgado de Haro, la misma mujer le ofreció sus condolencias y se disculpó, intentando desviar la culpa hacia el otro acusado, A.D.G.
En su declaraciones en el juicio, la testigo también hizo referencia a intimidaciones que sufrió para que no testificara en contra de uno de los acusados. Relató que, aproximadamente 20 días antes del juicio, notó un coche detenido junto a la ventana de su cocina en Cuzcurrita, con dos individuos en su interior. Aunque inicialmente no le prestó atención, luego recibió una amenaza a través de WhatsApp en la que le advertían que no debía hablar de una persona en particular durante el juicio. "He denunciado esto", declaró.
Durante su testimonio, la hija del hostelero también compartió que, en las semanas previas a su muerte, su padre mostraba preocupación debido a un vecino que le solicitaba dinero, lo que le generaba temor, ya que visitaba su hogar por la noche. En un giro inquietante, mencionó que el día fatídico, este individuo entró al restaurante de su padre y le pidió dinero, antes de desaparecer del pueblo, apuntando que esta persona era amigo de uno de los acusados.
Yolanda Castillo se presentó este martes en la segunda jornada del juicio donde enfrentan cargos dos personas acusadas de asesinato y robo. "Desde aquel día, no soy la misma. Me han arrebatado a mi padre, a mi amigo y a mi trabajo. Mi vida está completamente deshecha, no es justo", manifestó con evidente dolor.
Recordando a su padre, indicó: "pasaba el día con él, menos las noches. Era una persona llena de vida y siempre activa, aunque había que estar pendiente de su cuidado, yo era como su enfermera. Estoy convencida de que esa noche, cuando llegaron, él abrió la puerta de forma voluntaria".
Respecto a la tarde en que sucedieron los hechos, contó: "Había quedado con él para ir a comer algo a Miranda de Ebro. Fuimos mi padre, un amigo y yo. Al llegar a una pizzería, mi padre recibió una llamada que duró unos pocos segundos, era desde dentro de su restaurante, algo que me preocupó, ya que nadie sabía que tenía ese teléfono".
Al regresar a Cuzcurrita, se despidió de su padre, dejándole su medicación. "Eran alrededor de las 22:15 horas cuando me marché de su casa", recordó.
Al día siguiente, un compañero de trabajo se acercó a buscar a su padre y, ante la inquietud de no obtener respuesta de él, Yolanda decidió visitar su hogar. Al llegar, la puerta se abrió y encontró la escena desgarradora: una zapatilla a la derecha, otra a la izquierda, y un rastro de sangre. "En ese momento pensé que tal vez había tenido una caída, pero la cantidad de sangre era abrumadora. Retrocedí, llamé al 112 y a un amigo, y poco después la Guardia Civil llegó, impidiéndome el acceso a la vivienda, quedé en estado de shock", narró con angustia.
Finalmente, recordó que su padre solía tener efectivo en su bolsillo, dado que no poseía tarjeta de crédito y siempre decía que un día podría ser víctima de un asalto, convenciéndose de que nada malo le pasaría.
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.