La mayoría de los docentes duda de la capacidad de sus escuelas para gestionar emergencias, revela el CME.

En el contexto del Día Mundial de los Docentes, que se conmemora el 5 de octubre, se han revelado preocupantes hallazgos sobre la preparación de los centros educativos en España. Según una encuesta llevada a cabo por la Campaña Mundial por la Educación (CME) en España, un abrumador 81% del profesorado opina que su institución no está completamente lista para enfrentar situaciones de emergencia. Además, más del 60% de los encuestados admitieron carecer de la formación necesaria para responder adecuadamente ante crisis climáticas, sanitarias o sociales.
Este estudio, que recibió la participación de más de 100 docentes de 15 comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, evidenció que 7 de cada 10 educadores alertan sobre el riesgo que enfrenta el derecho a la educación en sus escuelas debido a la falta de recursos y previsión en situaciones de emergencia.
El resultado de la encuesta subraya la urgente necesidad de establecer protocolos de emergencia que sean "claros y actualizados", como lo enfatizó el 70% de los profesores encuestados. Más de la mitad manifestó también la importancia de recibir apoyo psicoemocional y capacitación específica en educación ante emergencias, evidenciando la relevancia de afrontar tanto el impacto emocional como operativo de tales eventos.
La científica organizadora de la CME señaló que el avance del cambio climático ha traído consigo una serie de desastres, como incendios, inundaciones y cortes eléctricos, que han afectado la educación de miles de estudiantes en los últimos años. La reciente dana ocurrida en octubre de 2024, que hizo necesario cerrar temporalmente numerosas escuelas, evidenció la carencia de protocolos ante fenómenos climáticos extremos que son cada vez más comunes.
En vista de estos alarmantes datos, la CME hace un llamado a las autoridades gubernamentales y educativas para que implementen medidas que garanticen la preparación y protección del profesorado ante situaciones de emergencia. Esto incluye la implementación de planes de emergencia climática en todos los centros educativos y la necesaria inversión en infraestructuras seguras y sostenibles.
Asimismo, se demanda la creación de protocolos de actuación coordinados y la asignación de fondos específicos para asegurar la continuidad educativa en épocas de crisis. También se resalta la importancia de proporcionar formación en educación en emergencias, así como en salud mental y gestión del trauma.
Otro aspecto crucial que la CME subraya es la incorporación de la educación para la resiliencia y la autoprotección en los programas educativos, además de la creación de una red de apoyo psicosocial para los docentes, que incluya el reconocimiento público de su labor.
Mariluz Aparicio, portavoz de la CME, expresó de manera contundente: "Educar y cuidar sin ser cuidado es la realidad que enfrentan muchos docentes hoy. Apoyar a los educadores no solo significa invertir en educación; es, en efecto, una apuesta por la paz, el futuro y la recuperación de nuestras comunidades".
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