
LOGROÑO, 10 Ago. - En un avance significativo hacia la sostenibilidad, La Rioja logró recuperar en 2024 un total de 1.228 toneladas de aceite usado, proveniente de motores de vehículos y maquinaria industrial, gracias a SIGAUS, la entidad responsable de la gestión de este tipo de residuo en España. Esta notable hazaña se llevó a cabo a través de 541 puntos de recogida repartidos entre 68 localidades de la región.
Los talleres mecánicos, que contribuyeron en gran medida al volumen de aceite recolectado, representaron el 48% de los establecimientos de generación de este residuo. Gracias al cumplimiento riguroso de los estándares ecológicos establecidos por la ley, se logró recuperar y valorizar la totalidad del aceite recogido, lo que minimiza su impacto ambiental al convertirlo en materia prima o fuente de energía.
Es importante recordar que el aceite industrial, al final de su vida útil, puede convertirse en un contaminante peligroso, debido a la presencia de metales pesados y otras sustancias nocivas. Un manejo inadecuado de estos desechos puede poner en riesgo tanto el entorno natural como la salud de las comunidades locales.
El aceite utilizado tiene una presencia omnipresente en diversas industrias, desde la automoción hasta la agricultura, lo que hace que su gestión y recuperación se vuelvan esenciales, incluso en áreas rurales y menos pobladas. Este desafío demanda un sistema logístico sólido que garantice la recolección eficiente en todo el territorio.
Eduardo de Lecea, director general de SIGAUS, declaró: "Nuestro compromiso es un servicio universal. Recogemos aceite usado en cualquier parte del país, gracias a los acuerdos con todas las empresas gestoras que operan en España. Esto nos permitió recuperar 1.228 toneladas en 2024 a través de 1.198 operaciones de recolección en La Rioja".
Un 31 por ciento del total recogido se originó en áreas rurales, donde 381 toneladas fueron recolectadas de 154 establecimientos. También se registró una actividad notable en zonas montañosas y en localidades menos pobladas, sumando 25 toneladas en 17 establecimientos y 103 toneladas en 69 puntos, respectivamente.
La recolección de aceite usado en áreas no urbanas es esencial para proteger los espacios naturales. Durante el último año, se recuperaron 17 toneladas en 10 instalaciones ubicadas en lugares como la Reserva de la Biosfera de Valles de Leza, Jubera, Cidacos y Alhama, y en el Parque Natural del Alto Najerilla, entre otros.
Asimismo, la gestión de aceite usado en proximidad a recursos hídricos, como ríos y embalses, es crítica para proteger los ecosistemas acuáticos. En estas zonas, se recuperaron 13 toneladas de aceite a partir de 11 puntos de generación.
A través de un proceso de gestión eficiente, se transformó el aceite usado en nuevos recursos valiosos. Tras la fase de pretratamiento para eliminar impurezas, se obtuvieron 923 toneladas de aceite aptas para valorización. De esta cifra, un 87% fue destinado a la regeneración, un tratamiento que permite producir bases lubricantes para la formulación de nuevos aceites, cerrando así el ciclo de uso del producto.
Gracias a este proceso, se generaron 500 toneladas de nuevos lubricantes, una cantidad suficiente para abastecer los cárteres de 123.000 vehículos. El resto del aceite recolectado fue descontaminado y utilizado como combustible, resultando en la producción de 112 toneladas de fuel BIA, el cual es empleado en calderas y hornos industriales.
Este enfoque de valorización no solo protege los recursos naturales, sino que también tiene un impacto directo en la reducción de emisiones. Si los aceites regenerados y el fuel BIA hubieran sido producidos a partir del refino del petróleo, se habrían requerido 248.000 barriles. En 2024, esta gestión evitó la emisión de 601 toneladas de CO2 a la atmósfera, una cifra comparable al efecto ambiental de dos vuelos de ida y vuelta entre Madrid y Nueva York con un Airbus A350 lleno.
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