LOGROÑO, 20 de octubre.
La trágica historia de violencia de género que ha conmocionado a la sociedad española continúa hoy en los tribunales. Durante el inicio del juicio a A.E.M., acusado presuntamente de asesinar a su esposa en 2020, varios agentes de la Policía Nacional que respondieron al incidente han testificado que, a la luz de la disposición del cuerpo y las evidencias encontradas en el lugar, la teoría del suicidio resulta altamente improbable. “La escena no coincidía con un acto suicida; la cantidad de sangre y la posición de la víctima suscitaban muchas dudas”, señaló uno de los policías.
Este lunes marcó el comienzo de un proceso judicial que se avizora como crucial. A.E.M. enfrenta graves acusaciones por haber asesinado a su pareja, quien había manifestado su deseo de divorciarse. Tanto la Fiscalía como la Acusación Particular han solicitado una condena de 22 años de prisión, mientras que la defensa del acusado insiste en negar los cargos que se le imputan.
En la primera jornada del juicio, tuvieron la oportunidad de declarar algunos de los agentes que fueron los primeros en llegar al siniestro tras las llamadas de emergencia. Uno de ellos describió al acusado como un hombre visiblemente nervioso, aunque se comportaba de manera extraña, distante de la gravedad de la situación. "Reiteraba que su esposa se había quitado la vida", comentó el testigo.
No obstante, la situación dio un giro inesperado cuando, días después de lo sucedido, A.E.M. decidió presentarse en la comisaría y cambiar su versión de los hechos, sugiriendo la posibilidad de que su esposa pudiera haber sido víctima de un ataque.
De acuerdo con el documento presentado por la Fiscalía, los hechos se remontan al 11 de octubre de 2020, cuando el acusado se encontraba en Gumiel de Mercado para ayudar a su hijo en las tareas de vendimia. Al regresar a su hogar en el Parque de Los Lirios en Logroño, donde vivía con su esposa M.M.H., de 56 años, se produjo un fuerte altercado tras enterarse de que ella deseaba terminar su relación.
El fiscal sostiene que A.E.M., impulsado por un sentimiento de posesión y celos, atacó sorpresivamente a su esposa con un arma blanca, causándole la muerte tras agredirla en el tórax y el abdomen. Posteriormente, el autor del crimen se retiró de la escena y regresó a Gumiel de Mercado a primera hora del 13 de octubre.
Un elemento que ha complicado la investigación es que el asesinato coincide con los inicios del confinamiento por la pandemia de COVID-19, lo que impidió que se descubriera el crimen hasta varios meses después, elevando las dificultades en recoger pruebas y testimonios hasta este juicio.
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