Con acuerdo de conformidad ha concluido el juicio contra el abogado D.N., quien estaba acusado de estafa, apropiación indebida y deslealtad a sus clientes. La solicitud de pena era de nueve años de cárcel e inhabilitación, pero finalmente ha sido condenado a dos años de prisión por los delitos de apropiación indebida, cuatro años de inhabilitación para ejercer como letrado por apropiación indebida, y una multa de 3.600 euros.
Sin embargo, la condena queda suspendida a condición de que en 12 meses el abogado pague la suma total de 18.433 euros reclamada por el fiscal como responsabilidad civil.
Según el escrito del Ministerio Fiscal, el acusado "ideó un plan con la finalidad de obtener un ilícito beneficio económico apoyándose en su credibilidad profesional y en la relación abogado-cliente que mantenía".
En 2013, dos personas contrataron al abogado para reclamar judicialmente contra una entidad bancaria la nulidad y devolución del importe por la suscripción de unas obligaciones. El abogado aceptó el encargo por 7.400 euros, pero cuando la reclamación fue favorable a los demandantes en 2017, y se condenó al demandado al pago de las costas, el abogado les presentó una factura por 18.140 euros.
Después de que los clientes realizaron el pago, el abogado les informó sobre "diferencias en los importes que podrían reclamar", por valor de 7.867,67 euros, y les envió un presupuesto de honorarios de 1.023 euros, que también fue abonado. Los clientes se quejaron de la falta de comunicación por parte del abogado y desconocían si realmente se había iniciado una nueva reclamación.
De hecho, según la sentencia, el abogado recibió el importe completo de las costas, que era inferior a lo entregado por los clientes, y fue abonado a su bufete, incluyendo los honorarios del procurador.
Ante esto, los clientes enviaron un burofax al abogado exigiendo la devolución del dinero entregado y solicitando que abandonara el nuevo procedimiento. Además, se pusieron en contacto con el Colegio de Abogados. El abogado respondió por WhatsApp que devolvería el dinero en tres plazos, aunque solo ha abonado 5.810 euros.
Por otro lado, otros dos clientes contrataron al mismo abogado para la defensa de sus intereses contra otra entidad bancaria. El proceso también terminó con una sentencia favorable y condena en costas.
En este caso, el abogado recibió un adelanto de 2.420 euros y les envió una factura por un total de 6.806,09 euros, exigiéndoles el resto, que ascendía a 4.386,09 euros. Las clientas no recibieron el pago de las costas como estipulaba la sentencia.
El abogado no ha presentado ningún contrato privado con ninguno de los clientes ni ha aportado la hoja de encargo de ambos asuntos.
En total, el acusado ha ingresado a su patrimonio 12.940,19 euros de unos clientes y 5.493,77 euros de los otros.
El Ministerio Fiscal considera al abogado culpable de dos delitos de estafa, dos delitos de apropiación indebida y dos delitos de deslealtad profesional.
Por lo tanto, solicitaba una pena de cuatro años y medio por cada uno de los delitos de estafa y apropiación indebida, sumando un total de nueve años, así como la inhabilitación especial para ejercer su profesión durante el mismo período y una multa. Por el delito de deslealtad profesional, se pide una multa de dieciocho meses con una cuota diaria de doce euros.
En cuanto a la responsabilidad civil, se reclama al acusado que indemnice con 12.940,19 euros a los primeros clientes y con 5.493,77 euros a los segundos, lo que suma un total de 18.433,96 euros.
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