
LOGROÑO, 3 de julio. La llegada de la inteligencia artificial (IA) ha transformado las aulas universitarias, consolidándose como un recurso fundamental en la educación superior. No obstante, expertos coinciden en que su implementación debe estar acompañada de un enfoque ético y responsable. Esta fue la esencia del seminario titulado 'Inteligencia Artificial y Universidad: Docencia, Investigación y Transferencia', organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) junto a la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE.
Con más de 9.500 participantes, el evento reunió a académicos y profesionales de países como España, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Bolivia, quienes pudieron seguir las conferencias en vivo desde el auditorio de ESPE en Sangolquí o a través de transmisiones en línea.
Durante el seminario, rectores, docentes e investigadores abordaron el papel de la inteligencia artificial en la educación y la investigación, así como su impacto en la ciberseguridad y el mundo profesional. Manuel Herrera, director académico de Relaciones Internacionales de UNIR y moderador del seminario, destacó la necesidad de actualizar las competencias docentes para enfrentar este nuevo paradigma.
En su intervención, el coronel Edison Haro, vicerrector académico de la UFA-ESPE, enfatizó cómo la IA está cambiando el entorno educativo y la necesidad de integrarla éticamente en los procesos académicos. Según Haro, el objetivo debe ser fomentar un pensamiento crítico que capacite a los estudiantes en el manejo consciente de datos.
Rosalía Arteaga, presidenta de UNIR en Ecuador, también subrayó que la tecnología no debe convertirse en una dependencia, sino en un medio para enriquecer la creatividad y fortalecer las relaciones humanas. Resaltó que comprender y utilizar adecuadamente la inteligencia artificial es crucial en todos los ámbitos del conocimiento.
Por su parte, Pablo Beltrán, presidente del Consejo de Educación Superior de Ecuador, abogó por un enfoque inclusivo en la gobernanza universitaria, subrayando que la IA debe ser una herramienta estratégica para mejorar la calidad educativa y democratizar el acceso al conocimiento.
El seminario presentó tres mesas redondas en las que se discutieron temas relacionados con la IA en la educación, investigación y transferencia de conocimientos. Rafael Puyol, presidente de UNIR, lideró la primera sesión, donde analizó los riesgos asociados a la IA, como los sesgos algorítmicos y la desigualdad en el acceso a la tecnología, aunque también reconoció su potencial para transformar la educación.
En otro panel, el vicerrector académico de la Universidad Técnica de Ambato, Héctor Santiago López Zurita, señaló que el 90% de los estudiantes ya utiliza IA, mientras que su uso entre docentes es considerablemente menor. A su lado, expertos de diversas universidades coincidieron en el impacto de la IA en la educación superior, resaltando su papel innovador.
Además, el seminario destacó el papel acelerador de la IA en la investigación social. Rubén González, vicerrector de UNIR, mencionó cómo esta tecnología puede optimizar la generación de conocimiento y facilitar la creatividad, sin sustituir el esfuerzo humano necesario en la investigación.
El vicerrector de la UFA-ESPE, Cpfg. Joseph A. Guamán, hizo hincapié en que una correcta integración de la IA puede fortalecer el análisis crítico y el desarrollo ético del conocimiento. Francisco Pino, vicerrector de la Universidad del Cauca, subrayó la importancia de la infraestructura digital y la conectividad para maximizar los beneficios de la inteligencia artificial en la comunidad investigadora.
La inteligencia artificial fue también reconocida como clave en la transferencia del conocimiento, facilitando el flujo de hallazgos de la investigación a aplicaciones prácticas. Óscar Sanjuán, director de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de UNIR, destacó la capacidad de los asistentes digitales para ayudar en el proceso de investigación.
María Eugenia García, rectora de la Universidad Mayor de San Andrés en Bolivia, resaltó que el valor del conocimiento radica en su transferencia efectiva, un proceso que la IA puede optimizar. Otros participantes también contextualizaron el rol de la IA en áreas como la manufactura y la producción científica.
El seminario concluyó con una reflexión de Arturo Rojas, presidente de la Asamblea del Sistema de Educación Superior de Ecuador, y otros líderes universitarios, quienes enfatizaron la necesidad de que el cuerpo docente se adapte a estas tecnologías emergentes. José María Vázquez García-Peñuela, rector de la UNIR, advirtió que la falta de familiaridad con la IA podría dejar a las universidades rezagadas, rememorando la resistencia al uso de internet hace varias décadas.
Finalmente, el evento reafirmó que la inteligencia artificial puede personalizar la educación y enriquecer la investigación, siempre que su implementación se realice de manera ética y equilibrada. Aquellos que asistieron al 50% del programa recibieron un diploma digital como reconocimiento a su participación en este importante diálogo académico.
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