LOGROÑO, 25 de noviembre. Ecologistas en Acción ha presentado sus objeciones ante la posibilidad de instalar dos plantas de biometano en Hervías, advirtiendo sobre los riesgos potenciales que estas infraestructuras podrían conllevar. La asociación solicita al gobierno regional que desestime ambos proyectos, uno promovido por AXPO BIOMETANO ES2, S.L. y el otro por B.POWER.

Desde el colectivo ecologista subrayan las preocupaciones relacionadas con la contaminación de los suelos, el aire y el paisaje, así como la inquietud por posibles fugas de biometano que podrían comprometer el agua potable. Esta situación se agrava debido a la falta de información pública y de participación ciudadana en el proceso de evaluación de estos proyectos.

Los ecologistas hacen hincapié en el considerable impacto visual que generarán estas plantas, en particular porque están situadas cerca del Camino de Santiago, una ruta histórica que atrae a miles de peregrinos y turistas. La magnitud de las instalaciones está en juego, ya que una de las plantas afectaría una superficie de 12,4 hectáreas, mientras que el otro proyecto ocuparía 3,8 hectáreas, sumando un total de 16,2 hectáreas de afectación, lo que les confiere un alto impacto paisajístico según la ley vigente.

Según la Ley 4/2025 del paisaje de La Rioja, estas instalaciones son consideradas de "elevado impacto paisajístico" y están excluidas en áreas de alta productividad agrícola, como es el caso de Hervías, donde se han definido concentraciones parcelarias en terrenos secanos de gran rendimiento. Además, el Camino de Santiago, declarado Bien de Interés Cultural, se encuentra a solo 240 metros de uno de los proyectos, lo que representa una amenaza directa a su entorno.

Otro aspecto mencionado por los ecologistas es la amenaza que representan los olores generados por estas plantas. Durante la operación, pueden liberarse compuestos que generan desagradables olores, poniendo en riesgo la calidad de vida de la población local. Estos olores no solo son molestos, sino que también pueden estar relacionados con la emisión de sustancias perjudiciales para la salud y el aumento de insectos no deseados.

El digestato resultante de la fermentación de residuos también plantea inquietudes. Este subproducto puede contener metales pesados, disolventes y otros contaminantes, además de seguir siendo rico en nitrógeno y fósforo, lo que podría agravar la contaminación de las aguas subterráneas ya comprometidas en varias zonas de La Rioja.

La falta de supervisión en el control de fugas de gas en plantas similares es otro punto crítico. A pesar de que se monitorean ciertos parámetros, el 85% de las plantas inspeccionadas en el Reino Unido y Alemania presentaron fugas de biogás, lo que pone de manifiesto la necesidad de una regulación más estricta.

La proximidad de las plantas al abastecimiento de agua potable de Hervías añade un nivel adicional de peligro, poniendo en riesgo la salud pública de la comunidad. Estos motivos, sumados al amplio rechazo manifestado por los vecinos de Hervías, hacen que la autorización de estos proyectos sea insostenible.

Las instalaciones proyectadas manejarían 183.084 toneladas de residuos agroalimentarios, una cantidad que excede la capacidad local y representa un desafío logístico y ambiental considerable. Por ello, Ecologistas en Acción hace un llamado al gobierno regional para establecer un plan de control sobre las plantas de biogás, buscando limitar su proliferación y garantizar que no se instalen cerca de áreas urbanas, mitigando así los riesgos asociados a este tipo de infraestructuras.