LOGROÑO, 15 de octubre.

En el contexto de una huelga general a nivel nacional, miles de estudiantes y trabajadores se congregaron en Logroño para expresar su apoyo a la lucha del pueblo palestino. Durante la manifestación, los participantes clamaron por la autodeterminación de los ciudadanos de Palestina, enfatizando que son ellos quienes deben decidir su futuro.

La protesta tuvo lugar en El Espolón y se extendió por más de una hora, concluyendo con un emotivo minuto de silencio en homenaje a las víctimas en Palestina, seguido de aplausos que resonaron en la plaza.

Entre los asistentes, ondeaba una gran bandera de Palestina, acompañada de pancartas que llevaban mensajes contundentes como “Detengan el genocidio”, “Vaciemos las aulas por Palestina” y “Sin un respiro al sionismo”. Otras consignas reflejaban la indignación hacia la situación actual, exigiendo el fin del comercio de armas y denunciando la falta de acción de Europa en este conflicto.

Los gritos de los manifestantes, tales como “Free, free, Palestine” y “Netanyahu asesino”, resonaron con fuerza, mientras se exigía un boicot a Israel y se reafirmaba la unidad entre trabajadoras y estudiantes en la lucha por la justicia.

José Luis Sánchez, secretario general de la CGT, intervino para subrayar el objetivo de la huelga, que busca levantar la voz contra lo que considera un “genocidio” en Palestina. Además, enfatizó que el reciente acuerdo de paz ignora las necesidades y derechos del pueblo palestino, demandando su inclusión en cualquier discusión sobre su futuro.

Sánchez animó a los trabajadores a unirse al clamor ciudadano en contra de este pacto de paz que, según él, no aborda las verdaderas expectativas del pueblo palestino y se percibe como una imposición externa.

En su intervención, sostuvo que la solución a este conflicto radica en la creación de un Estado palestino, una opción que no está contemplada en el actual plan de paz y, por ende, condenada al fracaso.

Aroa Villoslada, representante del Frente de Estudiantes, expresó su deseo de detener la violencia y sumar esfuerzos por el fin del genocidio, así como la eliminación de la ley Mordaza que restringe la solidaridad hacia Palestina.

Por otro lado, Julio Orellana, de Acampada por Palestina, planteó su rechazo a la violación del derecho a la autodeterminación del pueblo palestino, insistiendo en que este debe ser libre de decidir sobre su propio destino, en lugar de ser sometido a planes que favorecen intereses ajenos.

Fares Khader, un gazatí presente en la manifestación, alertó sobre la continua falta de paz en Gaza. Afirmó que, si bien se han iniciado fases de intercambio de rehenes, el bloqueo humanitario persiste, afectando drásticamente a la población local.

Khader finalizó su intervención exigiendo un cese de la venta de armas a Israel y la ruptura de las relaciones comerciales, para que el pueblo palestino finalmente pueda vivir en paz y dignidad.