LOGROÑO, 2 de noviembre. En un giro significativo en la política española, Cuca Gamarra, vicesecretaria de Regeneración Institucional del Partido Popular (PP), ha exigido la renuncia del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz. Gamarra argumenta que su permanencia en el cargo podría comprometer la integridad del Ministerio Fiscal y arrastrarlo a una crisis de credibilidad ante la ciudadanía que merece transparencia y confianza en las instituciones.

Durante una conferencia de prensa en la sede del PP en Logroño, Gamarra aludió al inicio del juicio oral en el Tribunal Supremo contra García Ortiz, quien está acusado de un posible delito de revelación de secretos. La política destacó la gravedad de la situación, enfatizando que el caso no solo implica corrupción económica, sino también política, y refleja el uso indebido de las instituciones estatales para beneficiar a ciertos intereses.

Gamarra señaló que el desarrollo de este juicio representa un riesgo para las bases de la democracia, arrojando sombras sobre el papel de la Fiscalía. En sus declaraciones, enfatizó que la actual administración, liderada por Pedro Sánchez, ha convertido al Ministerio Fiscal en un instrumento al servicio del poder político, subrayando que el juicio se centra en esta corrupción institucional, que ahora afecta a un alto funcionario del gobierno.

Enfatizando su punto de vista, Gamarra afirmó que el hecho de que el Fiscal General se enfrente a cargos tan serios “sienta a las instituciones democráticas en el banquillo”, obligando a la Fiscalía, cuyo deber es perseguir la delincuencia, a ser parte del proceso judicial por posiblemente haber cometido delitos en el ejercicio de su función.

La vicesecretaria no escatimó en críticas, señalando que García Ortiz está acusado de actuar en contra de los derechos fundamentales de un ciudadano, sugeriendo que sus acciones podrían haber estado motivadas por intereses políticos. Gamarra instó al Fiscal General a dimitir para evitar que la crisis de credibilidad se extienda a toda la institución que representa.

Según Gamarra, la salida de García Ortiz no solo le permitiría defenderse en el tribunal, sino que también sería un acto de responsabilidad hacia una institución que requiere preservar su imagen, en vez de verse empañada por la acción de su máximo responsable.

Además, Gamarra enfatizó la necesidad de que García Ortiz elija entre continuar al lado de Pedro Sánchez o responder a las demandas de un Ministerio Fiscal imparcial al servicio de todos los ciudadanos. Subrayó que dimitir sería el único camino para restaurar esa imparcialidad, sugiriendo que mantenerse en su puesto equivale a ser un escudo del gobierno en medio de múltiples casos de corrupción.

El enfoque de Gamarra también abarcó la necesidad de una regeneración democrática que aborde las deficiencias prevalentes en las instituciones. Anunció que el PP pronto presentará un Plan de Regeneración Democrática, que incluirá reformas sustanciales del Ministerio Fiscal para garantizar su autonomía y reconocimiento por parte de la sociedad.

Gamarra concluyó su discurso acentuando que la situación actual es el resultado de “una era de degeneración institucional”, y subrayó que el camino para Sánchez se torna evidente ante la presión de la justicia. La intervención subraya la falta de un plan concreto para abordar los desafíos que enfrenta el país, mientras las acusaciones judiciales continúan aumentando frente a la administración actual.