En un preocupante episodio, la Guardia Civil de La Rioja ha levantado un acta de denuncia contra un joven de 25 años residente en Logroño, quien fue encontrado en plena vía pública portando una pistola de aire comprimido. Este incidente se suma a una lista creciente de situaciones que generan inquietud en la comunidad sobre el uso irresponsable de armas, incluso las de baja potencia.

La situación se desencadenó tras recibir múltiples alertas en la Central Operativa de Servicios, donde ciudadanos preocupados informaron sobre un grupo de jóvenes en la localidad de Nalda que se comportaban de manera extraña. Según los testigos, algunos de ellos hacían preguntas sobre viviendas desocupadas, mientras uno sostenía lo que parecía ser un arma.

Al llegar al lugar, las autoridades encontraron a los jóvenes en un estado visiblemente alterado y exaltado, lo que generó angustia entre los residentes locales. La intervención policial incluyó un registro superficial, durante el cual se descubrió la pistola de aire comprimido en posesión de uno de los involucrados. Esto plantea serias cuestiones sobre la seguridad y el comportamiento de la juventud en estos entornos.

Ante las preguntas de los agentes sobre su conducta, los jóvenes argumentaron que su intención era simplemente disparar a latas, desestimando cualquier idea de buscar propiedades deshabitadas. Afirmaron estar de paso por el lugar, con el objetivo de pasar un rato de esparcimiento. Sin embargo, su versión contrasta con la inquietud que generaron en la comunidad.

Además, la Guardia Civil enfatiza que, conforme a la legislación vigente, el uso de armas de aire comprimido está restringido a áreas autorizadas, como polígonos, galerías o campos de tiro, y que, para llevarlas fuera del hogar, se requiere una tarjeta de armas emitida por el alcalde de la localidad correspondiente. Este recordatorio subraya la importancia de la responsabilidad y el respeto a la normativa en asuntos que atañen a la seguridad pública.