Un altercado inesperado motivó la intervención de la Guardia Civil en Arnedillo, donde un hombre de 46 años denunció que su compañera le había sustraído "cuatro porros", desencadenando así un incidente que captó la atención de las autoridades.

LOGROÑO, 19 de junio.

Agentes de la Guardia Civil en La Rioja, pertenecientes al Puesto de Arnedo, intervinieron para detener un intento de comercialización de marihuana en la localidad de Arnedillo. Esta acción se originó a raíz de una pelea en la vía pública entre dos individuos.

Los protagonistas de este episodio son un hombre de 46 años y una mujer de 33, quienes residen en Navarra y La Rioja, respectivamente. Ambos poseen un extenso historial delictivo vinculado a delitos y sanciones administrativas en relación con la salud pública y la posesión de drogas.

La intervención comenzó tras recibir un aviso de un testigo que reportó una disputa en la vía pública en Arnedillo.

Al llegar a la escena, los agentes se encontraron con una declaración inesperada del hombre, quien alegó que su compañera le había robado cuatro porros, lo que sorprendió a los policías, ya que la situación parecía estar escalando rápidamente.

Desde el inicio, la intervención se vio complejizada por el comportamiento agresivo del varón, quien era conocido por sus antecedentes relacionados con delitos de salud pública y consumo de substancias.

El hombre no solo se dirigía de forma hostil hacia su acompañante, sino que también mostraba un comportamiento desafiante hacia los agentes, obligando a estos a intervenir repetidamente para calmar la situación y prevenir un posible enfrentamiento físico.

A medida que la tensión aumentaba, los agentes decidieron separar a las partes involucradas y asegurar el área, momento en el que uno de ellos percibió un fuerte olor a marihuana proveniente del vehículo en el que se habían transportado.

Una inspección del automóvil reveló un gran tarro lleno de marihuana y una suma de 450 euros en billetes, lo que generó nuevas complicaciones para los implicados.

Cuando los agentes cuestionaron a los individuos sobre la propiedad del material encontrado, ambos negaron cualquier vínculo, provocando que continuaran su discusión en medio de la calle. Esto llevó nuevamente a los agentes a separarlos, siendo trasladados a las dependencias policiales, donde se iniciaron los procedimientos correspondientes por un posible delito contra la salud pública, ya que el tarro contenía un peso neto de 209 gramos de marihuana.