La Rioja refuerza su apuesta por la Economía Circular gestionando 949 t de aceites industriales usados.
En La Rioja, la gestión del aceite industrial usado se ha convertido en un modelo ejemplar de cómo transformar un residuo peligroso en una materia prima o energía aprovechable al 100%. Este proceso requiere de un sistema logístico eficiente que alcance todos los rincones donde se genere este tipo de desecho, abarcando una amplia variedad de actividades.
En el año 2023, en La Rioja se generaron aceites usados en 528 establecimientos e instalaciones. A través de 1.146 operaciones de recogida en 64 municipios riojanos, SIGAUS logró recuperar 1.411 toneladas brutas de residuo, que incluían un 33% de agua y sedimentos.
La mayor parte de los puntos generadores de aceites usados fueron talleres de reparación de vehículos, representando el 49% del total. Sin embargo, la industria fue la actividad que más residuo generó, recuperando el 43% (605 toneladas) de todo el aceite usado generado en la región.
El restante 57% se recolectó en talleres y otros sectores como transporte, energía, construcción, agricultura, hostelería y servicios públicos. Es importante destacar que el 77% de los municipios riojanos donde se efectuaron recogidas fueron rurales, recuperando 526 toneladas de aceites usados.
En las zonas de montaña, se recuperaron 19 toneladas en 12 municipios; y en 36 municipios con menos de 1.000 habitantes se recolectaron 87 toneladas de aceite usado. Adicionalmente, en áreas cercanas a espacios naturales protegidos se recogieron 17 toneladas.
Un ejemplo destacado fue la recuperación de 17 toneladas en 11 establecimientos cerca de la Reserva de la Biosfera de Valles del Jubera, Leza, Cidacos y Alhama. El aceite usado puede resultar altamente nocivo en entornos hídricos, afectando gravemente a los ecosistemas acuáticos.
La gestión adecuada del aceite usado es fundamental para evitar la contaminación del agua. En La Rioja, se recuperaron un total de 7 toneladas de aceites usados generados en 7 puntos de generación cercanos a recursos hídricos.
La valorización del aceite usado permite su aprovechamiento total, convirtiéndolo en productos nuevos como bases lubricantes o un combustible similar al fuel óleo. El 86% del residuo neto gestionado en La Rioja se destinó a regeneración, dando lugar a la reincorporación de 511 toneladas de nuevos lubricantes al mercado.
El segundo tratamiento aplicado es la descontaminación para obtener fuel BIA, sustituto del fuel óleo tradicional, utilizado en diversas instalaciones industriales. Este proceso logró tratar el 14% restante del residuo recuperado en la región, evitando así el uso de petróleo y reduciendo significativamente las emisiones de CO2.
Gracias a la gestión del aceite industrial usado en La Rioja, se lograron ahorrar 253.569 barriles de petróleo, evitar la emisión de 617 toneladas de CO2 y economizar 10 GWh de energía. Un claro ejemplo de cómo la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente pueden ir de la mano con la innovación y la gestión eficiente de los recursos.
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