LOGROÑO, 2 de agosto.

La plataforma Acampada por Palestina de La Rioja ha convocado nuevamente a la población esta tarde frente al Palacete del Gobierno regional en Logroño. El objetivo de esta reunión es dar la bienvenida al activista local, Sergio Toribio, quien fue deportado por Israel y era parte del equipo del barco 'Handala', de la Flotilla de la Libertad, tras su reciente liberación y retorno a su tierra natal.

Sergio Toribio llegó a Logroño ayer en un tren que partió de Madrid, después de haber estado "secuestrado" y encarcelado en Israel, donde se encontraba tratando de acceder a Gaza con el fin de romper el bloqueo y ofrecer asistencia humanitaria vital.

El representante de Acampada por Palestina, Iñaki Muñoz, resaltó la importancia de este homenaje, enfatizando que se tributa a una persona que ha puesto en riesgo su vida por una causa que muchos defienden desde la distancia, en un ambiente más cómodo. “Él actúa arriesgando su vida, viajando en un barco y enfrentándose a la prisión”, afirmó Muñoz.

Durante la ceremonia, Toribio recordó unas palabras que pronunció al llegar a la estación de tren en Logroño: “Cuando alguien desea ir a Egipto, va a Egipto. Cuando quiere ir a Francia, viaja a Francia... ¿por qué el Estado de Israel nos niega el acceso a Gaza?”.

El evento fue también una forma de "reivindicación", según Muñoz, quien hizo un llamado al presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, para que tome medidas concretas, resaltando la falta de acciones concretas por parte del Gobierno regional, que ha respondido hasta ahora con un silencio que consideró preocupante.

Desde Acampada por Palestina, han expresado su intención de llevar el mensaje a otros ayuntamientos para que se pronuncien al respecto, aunque algunos, como el de Logroño, han desestimado pronunciarse, alegando que se trataba de un asunto del Parlamento. A pesar de estos obstáculos, la organización seguirá presionando para que se manifiesten en apoyo a la causa.

Por último, Muñoz reiteró su exigencia al presidente Capellán para que emita una declaración institucional en contra de las atrocidades cometidas contra el pueblo palestino, concluyendo que “transportar solidaridad y esperanza no es un delito. Es nuestro deber alzar la voz contra la violación de los derechos humanos”.