
LOGROÑO, 1 de agosto.
El activista riojano Sergio Toribio, miembro del grupo Handala, ha regresado a su hogar tras ser capturado por la armada israelí en aguas internacionales el pasado sábado 26 de julio. Desde su llegada a Logroño, ha declarado con firmeza que la Flotilla de La Libertad "continuará su misión" hasta que se detenga "el genocidio en Gaza".
Toribio hizo su entrada al mundo civil desde Madrid, luego de haber vivido una experiencia de "secuestro" y encarcelamiento que se produjo mientras intentaban acceder a Gaza para desafiar el bloqueo impuesto por Israel y entregar suministros humanitarios vitales.
Al hablar con los medios en Logroño, cuestionó las razones detrás de la negativa del estado israelí a permitir su paso, enfatizando que cuando las personas desean viajar a países como Egipto o Francia, lo hacen sin obstáculos. Su tono reflejó la frustración ante lo que considera una injusticia prolongada.
Durante su detención, el activista describió las condiciones en las que estuvo: “inhumanas y deplorables”. Resaltó que la falta de acceso al aire fresco fue un castigo deliberado, lo que complica aún más la gravedad de la situación que vivieron.
Toribio relató las penurias que sufrieron, incluyendo las dificultades para acceder a lo más básico como el papel higiénico, el cual les tomó dos días conseguir. Además, mencionó que no se les permitió tener sus medicamentos, haciendo hincapié en que, en su caso, lo que necesitaba era un “mordedor” debido a sus condiciones personales.
Otro de los activistas españoles, Santiago González, reveló que sufrió un desmayo por ser obligado a tomar más medicación de la que necesitaba, un incidente que agrava la angustia de sus condiciones de detención.
A pesar de estar en huelga de hambre, Toribio explicó que no fueron enviados a aislamiento ya que las instalaciones no podían albergar a todos los detenidos. Sus salidas se limitaron a reuniones con sus abogados.
Con renovado ímpetu, señaló que continuará con la lucha, declarando: “La flotilla seguirá enviando barcos hasta que logremos romper este bloqueo y poner fin a este genocidio”. Sin embargo, también expresó su deseo de tomarse un tiempo para descansar, ya que en septiembre regresará a sus estudios de grado superior.
Este no es el primer episodio de detención que vive Toribio en su búsqueda de llegar a Gaza. Recordó que esta vez la experiencia no fue muy distinta a la anterior; sin embargo, describió el asalto como "tranquilo" y mencionó que incluso reconoció a algunas personas en sus captores, quienes lo llamaban por su nombre. Para él, cada experiencia representa una ocasión para manifestar su apoyo al pueblo palestino.
A diferencia de su primera detención, donde logró evitar la cárcel al firmar un documento, esta vez notó que las autoridades intentaron prolongar su encarcelamiento como medio de presión, en una clara estrategia para desincentivar futuras iniciativas de solidaridad hacia la causa palestina.
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