
LOGROÑO, 15 de marzo.
La organización ecologista Amigos de la Tierra La Rioja ha reafirmado su determinación de llevar a cabo la demolición de la presa de La Retorna. Esta decisión recibe un fuerte respaldo de una recentísima sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, así como de resoluciones anteriores del Tribunal Supremo en casos similares en el ámbito de conservación de ríos.
De acuerdo con los representantes del colectivo, la eliminación de esta infraestructura obsoleta es vital para la rehabilitación de los ecosistemas acuáticos que se han visto perjudicados. Sin embargo, su postura se enfrenta a las alegaciones presentadas por la Asociación Nacional de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, y el Foro Agua, Alimentos y Sostenibilidad, quienes cuestionan esta demolición con razonamientos que consideran erróneos en relación al impacto ambiental.
Se ha argumentado que la presa ha generado un "ecosistema consolidado" a lo largo del tiempo, lo cual, afirman desde Amigos de la Tierra, es una falacia. La fragmentación del cauce fluvial no solo interfiere en el desplazamiento de sedimentos, sino que también afecta la migración de especies, poniendo en riesgo el equilibrio ecológico del río. "Mientras estas alteraciones persistan, no podemos considerar que el ecosistema sea estable ni funcional", han afirmado.
Además, el colectivo hace hincapié en la necesidad de desmentir la creencia de que las presas son soluciones adaptativas frente a los cambios climáticos. La verdadera defensa ante estos fenómenos reside en una planificación urbana que respete los márgenes de los ríos y las zonas de servidumbre que aseguran la regulación natural de los cauces y previenen inundaciones. Asimismo, subrayan que la responsabilidad de los costos de demolición recae en la empresa que ha explotado la presa durante 75 años.
Desde Amigos de la Tierra advierten que las instalaciones exigen una significativa inversión para su mantenimiento, y que si no se demuelen ahora, el futuro costo de su cuidado podría convertirse en un lastre económico para la comunidad.
El colectivo también ha recordado a José Trigueros, presidente de los ingenieros de caminos, que diversos sectores sociales han defendido la eliminación de la presa desde el inicio de este debate.
La comunidad exige una renaturalización de sus alrededores y no está dispuesta a cargar con los costos de una infraestructura obsoleta que ha sido utilizada en beneficio privado durante demasiado tiempo. La recuperación de los ecosistemas acuáticos es no solo una necesidad ambiental, sino también económica, como lo estipula la Ley de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea. La demolición de la presa de La Retorna es un paso crucial hacia una gestión más sostenible y responsable de nuestros recursos hídricos, en beneficio tanto del medio ambiente como de la ciudadanía”, concluyen desde el colectivo ecologista.
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