En un contexto donde a menudo se deshumanizan las discusiones, la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, enfatizó la realidad detrás de la frase "menores no acompañados". Su mensaje es claro: son niños que atraviesan circunstancias extremadamente delicadas y vulnerables.

LOGROÑO, 6 de agosto. En una reciente declaración, Arraiz instó al Gobierno de La Rioja a asumir su responsabilidad en la atención a los menores migrantes, subrayando la urgente necesidad de actuar en este ámbito. “Al final, son solo niños en situaciones muy vulnerables”, reiteró con firmeza.

Al ser cuestionada por los periodistas acerca de la próxima acogida de menores en las comunidades autónomas, la delegada destacó que la llegada de estos niños será gradual. “Irán llegando poco a poco y se informará puntualmente a los gobiernos regionales sobre su situación”, precisó.

Beatriz Arraiz también hizo hincapié en la responsabilidad del Gobierno riojano, señalando que a pesar de los intentos de obstrucción por parte de las comunidades gobernadas por el Partido Popular, que se ausentaron de la Conferencia Sectorial de Infancia, “es crucial que se asuman las competencias en este delicado asunto”.

La delegada denunció la falta de acuerdos en reuniones previas, que resultaron infructuosas debido a la actitud del PP. Sin embargo, Arraiz mostró confianza en que “el Gobierno de España está decidido a cumplir con sus obligaciones y responderá adecuadamente a esta crisis”.

Con esto en mente, anunció que en el Consejo de Ministros del 26 se plantearán “decisiones más concretas y comenzarán a realizarse las llegadas de los menores”. Arraiz remarcó la importancia de que La Rioja responda eficazmente a su responsabilidad en el ámbito de la asistencia a estos niños refugiados.

“Es esencial recordar que no son solo estadísticas; son infantes cuyo bienestar debe ser nuestra prioridad”, afirmó. Además, advirtió sobre la grave situación de muchas comunidades autónomas que enfrentan desafíos relacionados con la emergencia migratoria, resaltando que “la guerra, el hambre y la necesidad no cesarán”.

Por ello, Arraiz concluyó que es vital que se fomente la solidaridad no solo hacia los menores migrantes, sino también hacia las comunidades que soportan el peso de esta crisis humanitaria. El mensaje es claro: la empatía y la acción son imperativas en tiempos de necesidad.