La jornada de protesta dará inicio en Madrid a las 12:00 horas, comenzando en la intersección de Gran Vía y Alcalá, y culminando en la Plaza de España.

MADRID, 1 de mayo.

Este 1 de mayo, el Día Internacional de los Trabajadores, más de 80 ciudades en toda España se llenarán de activistas, convocados por los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), bajo el mensaje potente de 'Proteger lo conquistado, ganar futuro'. Los líderes sindicales exigen el cumplimiento del acuerdo que permitirá una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales para 2025 y demandan la apertura de un diálogo social para reformar las leyes sobre despido en el país.

Entre los asistentes a la manifestación madrileña estarán los secretarios generales de ambos sindicatos, Unai Sordo y Pepe Álvarez, así como importantes figuras del Gobierno, incluyendo a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Sanidad, Mónica García, entre otros.

Sordo y Álvarez han manifestado que este 1 de mayo debería ser un grito común por la reducción de la jornada laboral. Sin embargo, han indicado que debido a las implicaciones globales de las políticas comerciales de Estados Unidos, esta movilización adquirirá un carácter más internacional que en los últimos 100 años.

A pesar de esas circunstancias, han subrayado la urgencia de iniciar diálogos sobre la modificación de las leyes de despido en España. Esto sigue a un fallo del Comité Europeo de Derechos Sociales que indica que nuestra normativa actual no es lo suficientemente efectiva para disuadir despidos. Las sentencias de la Justicia europea han reafirmado que el costo del despido puede ser considerado bajo en comparación con otros países.

Ambos sindicatos han instado al Gobierno, partidos políticos y a la CEOE a decidir si se sentarán a negociar para ajustar la legislación de despidos a la carta social europea, que España ha suscrito, o si eligen ignorar este asunto, lo que podría llevar a que los tribunales tengan que intervenir.

Otro de los principales reclamos en esta jornada será la reducción de la jornada laboral, un anteproyecto de ley que estaba previsto que se aprobara en el Consejo de Ministros, pero que debido a un apagón reciente se ha retrasado su tramitación hasta la próxima semana.

A pesar de las incertidumbres, tanto Sordo como Álvarez han afirmado que no contemplan un aplazamiento de esa reducción hasta 2026. Por el contrario, han solicitado celeridad al Gobierno y han advertido que no dudarán en reanudar las movilizaciones si el Ejecutivo no cumple sus compromisos o si el debate se estanca en el Parlamento.

Álvarez ha lanzado un claro aviso al Partido Socialista, señalando que si pretenden dejar la legislatura sin avances claros, las organizaciones sindicales no dudarán en llevar a cabo acciones de protesta. Mientras tanto, Sordo ha enfatizado la necesidad urgente de avanzar en la reducción de la jornada, ya que esta situación impacta negativamente en las negociaciones de convenios colectivos.

En este 1 de mayo, ambos líderes han resaltado también la importancia de seguir luchando por salarios justos y condiciones laborales seguras, especialmente tras un aumento del 10% en accidentes mortales en el trabajo durante el año pasado.

Además, CCOO y UGT han decidido centrar su manifestación en aspectos como la defensa de una autonomía estratégica y la justicia social en Europa, en respuesta a la reciente política arancelaria de Estados Unidos.

Según Sordo y Álvarez, España necesita liderar en Europa una postura de defensa de la soberanía y la democracia, recordando que "no le debemos nada a Trump". También han criticado las acciones de EE.UU. que buscan dañar la economía europea y han abogado por fortalecer lazos comerciales con países como China, Mercosur, Canadá e India.

“No queremos un 1 de mayo que mire hacia el pasado”, enfatizó Sordo, quien instó a la ciudadanía a salir a las calles no solo para continuar la lucha por derechos laborales, sino también para hacer frente a la creciente amenaza de la extrema derecha.