En un reciente operativo en Tudela, Navarra, la Guardia Civil ha desmantelado una alarmante red criminal que operaba en el mundo de las conservas. El Equipo de Protección de la Naturaleza (Eprona) y la Patrulla Seprona de Castejón han arrestado a tres hombres y han abierto un expediente a una mujer, todos ellos acusados de varios delitos graves que ponen en tela de juicio tanto la salud pública como la ética comercial.

Todo comenzó cuando estos agentes fueron alertados por un pequeño incendio en una finca de Tudela. Al investigar el lugar, descubrieron una serie de botes etiquetados como 'Pimientos del Cristal, asados con carbón y pelados a mano'. Sin embargo, lo que parecía ser un producto gourmet tenía una historia muy distinta detrás.

La investigación reveló que los involucrados estaban engañando al consumidor al comprar pimientos de una variedad mucho más económica, procesándolos y vendiéndolos como si fueran un producto premium. Este fraude no solo violaba las normas sanitarias, sino que también se realizaba en condiciones de higiene inaceptables, arriesgando la salud de quienes consumían dichos productos en restaurantes.

El modus operandi de esta organización se basaba en la manipulación y falsificación de información. Para dar apariencia de legalidad a su operación, suplantaron un código de barras de otra empresa y utilizaron un número de registro sanitario que ya había caducado. Este tipo de engaños no solo afectó a la reputación de los restaurantes involucrados, sino que también planteó un grave riesgo para la salud pública.

Los botes de pimientos, que habían llegado a ser vendidos en regiones como el País Vasco, La Rioja y Zaragoza, representaban un considerable aumento en los beneficios para los implicados, quienes lograban multiplicar sus ingresos de manera fraudulentas. En total, se han incautado más de 1.200 unidades de este producto que no cumplía con los requisitos sanitarios establecidos por el Ministerio de Sanidad.

En consecuencia, tres personas han sido detenidas: un hombre de 66 años de nacionalidad española y dos hombres de 48 y 33 años de origen marroquí, todos con residencia en Tudela. Además, se investiga a una mujer de 33 años, también marroquí y residente en la misma localidad. Todos ellos enfrentan fuertes cargos que incluyen delitos contra la salud pública, estafa, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal. La causa ya ha sido trasladada al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción Nº 2 de Tudela, donde se tomarán las próximas acciones judiciales.