En un paso significativo hacia la modernización y sostenibilidad del sector vitivinícola, la Consejería de Agricultura ha anunciado la apertura de un nuevo programa de ayudas que busca fomentar la replantación de viñedos con un enfoque en las variedades blancas y minoritarias. Esta convocatoria pública fue publicada el viernes 10 de enero en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR), y se enmarca dentro de las iniciativas en el marco de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) para los ejercicios FEAGA 2026 y 2027.
Los interesados en beneficiarse de esta propuesta podrán presentar sus solicitudes desde mañana, 11 de enero, hasta el 31 del mismo mes. Se ha establecido que las actividades correspondientes a este programa comenzarán el 1 de abril de 2025 y se extenderán hasta el 30 de junio de 2026 para las operaciones anuales, mientras que las bienales se llevarán a cabo hasta el 30 de junio de 2027.
Las solicitudes deberán tramitarse exclusivamente a través de la plataforma digital habilitada por el Gobierno de La Rioja, un esfuerzo adicional para facilitar el acceso y gestión de las ayudas correspondientes.
El gobierno regional ha resaltado que, en comparación con la orden reguladora de 2024, esta mejora sustancial tiene un claro propósito: incrementar la competitividad de los viñedos, adecuar el cultivo a los retos del cambio climático y promover prácticas más sostenibles desde el punto de vista ambiental.
De acuerdo con las nuevas directrices, se permitirá exclusivamente la reconversión hacia variedades que se adapten al cambio climático, y se incentivará especialmente la replantación de variedades blancas y minoritarias como el Tempranillo Blanco, Maturana Blanca, Maturana Tinta, Mazuelo, Graciano, Garnacha Blanca, Malvasía de Rioja y Turruntés. Este enfoque no solo busca mejorar la calidad del vino, sino que también pretende equilibrar de manera más efectiva el stock y las ventas, reduciendo la dependencia de variedades de producción más elevada.
Las estadísticas de la convocatoria anterior ilustran la tendencia hacia la diversificación: se solicitaron intervenciones en 517 hectáreas, donde el 95% de la superficie de viñedo correspondiente al arranque eran variedades tintas. Sin embargo, las plantaciones finales mostraron una clara preferencia, con un 55% destinado a variedades blancas y un reducido 19% a plantaciones de Tempranillo. Esta evolución es significativa, dado que se ha logrado la reducción de la capacidad productiva de uvas tintas en más de 200 hectáreas, señalar que se está avanzando hacia una viticultura más equilibrada.
Los destinatarios de estas ayudas incluirán tanto a viticultores actuales como a aspirantes que planean destinar sus viñedos a la producción de uva para vinificación. Es importante que todos los beneficiarios cumplan con la normativa vigente sobre plantaciones de viñedo y respeten las disposiciones relacionadas con las declaraciones obligatorias, asegurando así un marco de acción responsable y conforme a la regulación vigente.
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