Expertos advierten que el mal clima puede generar síntomas similares a la depresión en algunas personas.

LOGROÑO, 29 de marzo. En un contexto donde la salud emocional es cada vez más prioritaria, la profesora Laura Alejandra Rico Uribe, del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), ha compartido valiosos insights sobre el impacto que las condiciones climatológicas adversas pueden tener en el estado de ánimo de las personas.
Durante una reciente charla con Europa Press, Rico Uribe resaltó la existencia de un fenómeno conocido como trastorno afectivo estacional, que se manifiesta a través de síntomas que se asemejan a la depresión. Este trastorno es influenciado principalmente por las variaciones en la cantidad de luz solar que recibimos a lo largo del año, lo que provoca fluctuaciones en el estado emocional de muchos individuos.
Entre las huellas que deja este trastorno en las personas, la especialista identificó signos como la tristeza, la ansiedad y una sensación general de vacío o desesperanza. También mencionó síntomas como la irritabilidad, la fatiga y la pérdida del interés en actividades que solían disfrutar, así como dificultades en la concentración y alteraciones en los patrones de sueño y apetito.
Para prevenir la aparición de episodios relacionados con las alteraciones del ciclo de luz, la profesora aconsejó iniciar tratamientos antes de que se produzcan esos cambios estacionales. Recomendó la fototerapia, un método que implica la exposición a luz intensa, como la principal estrategia de abordaje para combatir estos síntomas.
Laura Alejandra también sugirió que pasar tiempo al aire libre durante las horas soleadas puede ser beneficioso. Además, enfatizó la importancia de mantener una buena higiene del sueño, dado que se ha documentado que el origen de estos trastornos puede estar vinculado a cambios en los niveles de serotonina, un neurotransmisor crucial para el equilibrio emocional.
Además, la profesora de UNIR subrayó que una posible deficiencia en vitamina D, junto con niveles alterados de melatonina, el regulador hormonal de nuestro ciclo de sueño, pueden ser factores que contribuyan a este tipo de trastornos.
Rico Uribe profundizó en los dos patrones que se han estudiado: el invernal, ya mencionado, y uno veraniego. Este último, aunque presenta más horas de luz, puede igualmente alterar los niveles de melatonina, provocando una disminución en la calidad del sueño. Reconocer esta conexión entre el sueño y el estado de ánimo es vital para el bienestar emocional de las personas.
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