LOGROÑO, 17 de enero. La indignación recorre las calles de La Rioja tras el brutal asesinato de una mujer en situación de 'sinhogarismo' a manos de su expareja, un trágico suceso ocurrido en octubre de 2024. Este hecho ha sido categóricamente condenado por diversas asociaciones feministas, que consideran que este caso refleja un fallo sistemático en los mecanismos de protección que deberían resguardar a las víctimas de la violencia machista.

El pronunciamiento proviene de un comunicado respaldado por múltiples organizaciones feministas locales, incluyendo la Asociación Feminista Murillo de Río Leza, la Asociación 'El llavero', la Asociación Luz Ultravioleta, el Colectivo Feminista 'Horizonte Violeta', Feministas de La Rioja, 'Kirke': Feministas en Acción, y 'Siemprevivas'.

En sus declaraciones, las activistas han destacado la gravedad de la situación al señalar que, según informes recientes de la Delegación del Gobierno, la víctima contaba con denuncias previas por Violencia de Género. Esto levanta preocupaciones sobre cómo fue posible que se permitiera que este asesinato tuviese lugar. "Nos preguntamos por qué los mecanismos de protección no funcionaron", expresaron.

Han recordado que existen precedentes en los que decisiones judiciales han dejado a mujeres y menores en situaciones de vulnerabilidad ante sus agresores, lo que despierta la alarma sobre la posibilidad de que este caso se sume a la larga lista de mujeres que han perdido la vida a causa de un sistema que no ha sabido protegerlas. La lamentación colectiva se hace eco de la frustración ante un sistema que ha fallado de manera tan dramática.

Esta mujer, lamentablemente, no solo enfrentaba la violencia de su expareja, sino que también se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad por estar en situación de sinhogarismo. Las organizaciones han enfatizado que este contexto expone a las mujeres a riesgos multiplicados, especialmente cuando ya han sido víctimas de violencia de género en el entorno familiar o de pareja.

Los vínculos entre la violencia de género y el sinhogarismo son alarmantes: este último se convierte en una de las consecuencias más trágicas de la violencia familiar. Las mujeres que se ven obligadas a vivir en estas circunstancias son particularmente propensas a sufrir todo tipo de abusos: desde agresiones físicas y psicológicas, hasta explotación sexual y adicciones.

“Es doloroso saber que la mayoría de las mujeres que se encuentran sin hogar han pasado por experiencias de violencia sexual. Muchas se sienten inseguras en albergues y otras instituciones, rechazando estos espacios de refugio. Por lo tanto, es fundamental asegurar su derecho a una vivienda digna, un derecho consagrado en la Constitución, para que no se sientan desprotegidas”, puntualizaron.

A pesar de las repetidas solicitudes de recursos habitacionales específicos para mujeres en situación de sinhogarismo, las instituciones parecen ignorar este clamor urgente. La violencia institucional agrava aún más la situación de las víctimas de violencia de género, especialmente en casos de vulnerabilidad extrema.

Las organizaciones han hecho un llamado urgente a las entidades responsables: “Es imperativo que asuman su responsabilidad y ofrezcan seguridad a las mujeres en situación de sinhogarismo que han sufrido violencia de género”. La gravedad de este último asesinato pone de relieve la falacia de un sistema que presume de proteger a las víctimas, mientras que una mujer con denuncias preexistentes termina asesinado de la manera más brutal por su expareja.

“La solución no reside en minutos de silencio ni en actos simbólicos sin sustancia. La sociedad necesita despertar y reconocer la magnitud del problema. Es crucial exigir formación para todos los profesionales que trabajan con víctimas de violencia machista, especialmente en el ámbito judicial. Asimismo, es necesario incrementar los recursos destinados para garantizar la atención adecuada a estas mujeres y supervisar de cerca las partidas presupuestarias asignadas a este fin”, añadieron fervientemente.

Finalmente, las voces feministas resaltaron la necesidad de una revisión de las leyes de protección contra la Violencia de Género, para asegurarse de que aborden situaciones tan críticas como la vivida por la víctima. Solo así se podrá poner fin a esta barbarie que afecta a tantas mujeres en nuestra sociedad.

En un acto de empatía y solidaridad, las organizaciones quieren hacer llegar su más sentido pésame a los familiares de la víctima, así como a sus hijos. “Nos unimos en su dolor y queremos que sepan que ninguna víctima estará sola y que cada agresión tendrá su respuesta”, concluyeron con determinación.