LOGROÑO, 11 de septiembre. La última edición del Boletín de Maduración del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, correspondiente a la vendimia 2025, revela un desarrollo homogéneo en el peso de las uvas, aunque con un ritmo de crecimiento más pausado. Las diferencias regionales continúan siendo visibles, con cifras que superan la media en la Rioja Alta y Rioja Alavesa, mientras que en la Rioja Oriental, las mediciones están ligeramente por debajo.

El informe también destaca un incremento en el grado alcohólico potencial, lo que, sumado al seguimiento de otros indicadores, indica que este año se está produciendo una cosecha anticipada en comparación con el ciclo anterior.

Desde el equipo técnico del Consejo Regulador subrayan que la disminución de la acidez se encuentra dentro de los parámetros esperados, aunque enfatizan la importancia de continuar su control. Además, los niveles de ácido málico son generalmente superiores a los verificados en el mismo periodo el año pasado.

Los datos apuntan a un avance favorable en la maduración fenólica, incluyendo índices de IPT, antocianos e intensidad de color, lo que sugiere una evolución muy positiva y la posibilidad de obtener un vino de gran calidad al mantener las condiciones climáticas actuales de temperaturas moderadas, baja humedad y variaciones térmicas adecuadas.

Asimismo, se destaca que la salud de la piel de las bayas es excepcional, lo que promete un buen desarrollo en la fase vegetativa de los viñedos. Sin embargo, aquellos viñedos que presentaron estrés hídrico podrían mostrar indicadores de maduración desiguales, lo que requerirá un seguimiento más intensivo.

En este contexto, la variabilidad en las condiciones de producción sugiere que el proceso de maduración no es uniforme entre diferentes parcelas, por lo que es crucial, apoyándose en las previsiones meteorológicas favorables y la excelente salud de las plantas, establecer de manera precisa la fecha ideal de vendimia para cada viñedo.